Santa Cristina de Bolsena fue una joven mártir cristiana romana del siglo III que sufrió tormentos por parte de su padre, un gobernador pagano, por rehusar rezar a los dioses paganos. A pesar de los sufrimientos que le infligieron, ella permaneció fiel a su fe cristiana. Finalmente fue ejecutada para disuadir a otros cristianos. Sus restos fueron trasladados a Palermo, donde se veneran hoy en día.