Pablo nació en Tarso de Cilicia y era judío y fariseo. Recibió una educación religiosa y aprendió un oficio. Perseguía a los cristianos hasta que Jesús se le apareció en el camino a Damasco y lo convirtió. A partir de entonces predicó el evangelio a los gentiles con gran pasión y sufrimiento, estableciendo muchas iglesias y escribiendo la mayor parte del Nuevo Testamento.