San Cucufate fue un santo cristiano del siglo III que predicó en la península ibérica hasta que fue condenado a muerte por el imperio romano. Según la leyenda, sobrevivió a ser quemado en la hoguera y encerrado en una mazmorra antes de ser decapitado, y se le atribuyen varios milagros. En su honor se bautizó la localidad de San Cugat del Vallés en Cataluña, aunque también hubo una tradición de que fue destituido del santoral.