Este documento discute la legalización de la eutanasia en Chile. Presenta las posiciones de médicos que argumentan que la mayoría de chilenos valoran la vida por sobre la autonomía personal y se oponen a la eutanasia. También explica que actualmente Chile permite que pacientes terminales declinen tratamientos que solo prolongarían la agonía, pero no la eutanasia activa o el suicidio asistido. Finalmente, sugiere que la discusión sobre eutanasia refleja una sociedad más materialista y menos enfocada en el dolor