El documento habla sobre la salvación asegurada de los creyentes nacidos de nuevo, la cual depende exclusivamente de la protección divina a través del Espíritu Santo. Sin embargo, los creyentes deben perseverar y permanecer en la fe hasta el final para asegurar su salvación. Varias citas bíblicas apoyan que Dios guardará y preservará a los suyos, pero advierten que aquellos que rechacen voluntariamente a Cristo después de haber conocido la verdad enfrentarán un severo castigo.