El documento describe 5 señales de que la vida de una comunidad está enferma: 1) la oración comunitaria es mínima y monótona, 2) la inasistencia de los miembros crece, 3) la comunidad está centrada en sí misma en lugar de los demás, 4) la comunidad enfrenta problemas económicos, y 5) el líder de la comunidad se convierte en un títere de los miembros. También señala que la sanación requiere honestidad, arrepentimiento y un renovado enfoque en Dios y la oración.