Este documento habla sobre la vida guiada por el Espíritu Santo según lo descrito en la Biblia. Citando varios versículos de Romanos, Gálatas e Isaías, explica que aquellos que son guiados por el Espíritu son hijos de Dios, y viven de acuerdo a las cosas del Espíritu en lugar de las cosas mundanas. Vivir según el Espíritu significa que, aunque el cuerpo está muerto por el pecado, el espíritu está vivo gracias a la justicia que proviene de Dios.