El sirviente de Flavio está enfermo y el médico dice que necesita un milagro para sobrevivir. Flavio le pide desesperadamente a Jesús que sane a su sirviente, diciendo que es su mejor amigo y que Jesús es el único que puede salvarlo. Jesús accede y sana al sirviente a distancia, dándose cuenta de la gran fe que tiene Flavio. Jesús sana a otros porque creen en él, enseñando que todo es posible con solo un poco de fe.