El documento discute cómo la cultura actual promueve una vida acelerada que lleva a las personas a desperdiciar su tiempo. A pesar de que la tecnología prometió mayor felicidad, las personas trabajan más horas y experimentan mayor insatisfacción. El documento luego enfatiza la importancia de que los padres enseñen a sus hijos sobre Dios y las Escrituras, y les sirvan de buen ejemplo a través de su propia conducta.