Un niño se subió al escenario de un concierto y comenzó a tocar el piano inocentemente mientras su madre hablaba con una amiga. El famoso pianista Paderewski se acercó al niño y comenzó a tocar junto a él, transformando la embarazosa situación en un momento creativo para deleite del público. El documento sugiere que con la ayuda de Dios, nuestras vidas pueden ser hermosas a pesar de nuestros propios esfuerzos limitados.