La Escuela 101 comenzó en 1958 como Escuela de Dislexia en Rivera, Uruguay, para enseñar lenguaje estándar a estudiantes con dificultades. Originalmente funcionó en un local cedido por un banco antes de que una donación en 1962 permitiera la construcción de un edificio propio. La escuela ha evolucionado sus estrategias a lo largo de 50 años para adaptarse a los cambios pero continúa su misión de apoyar a estudiantes con necesidades especiales.