Este documento describe varios de los supercoches más rápidos y potentes del mundo, incluyendo el Bugatti Veyron de 1,3 millones de euros capaz de alcanzar 415 km/h, el Lamborghini Veneno de 750 caballos y 355 km/h, el SSC Ultimate Aero que fue el coche de producción más rápido pero fue superado por el Veyron, y el Ferrari FXX de 391 km/h impulsado por un motor V12 de 800 CV.