El documento define a los niños superdotados como aquellos con habilidades generales altas, mientras que los talentosos tienen habilidades específicas excepcionales en un área. Explica que estos niños necesitan ambientes de enseñanza que desarrollen plenamente su potencial y que les brinden trabajo adicional o mayor rapidez que el currículo normal para evitar el aburrimiento o fracaso escolar a pesar de su alta inteligencia.