Los administradores de archivos permiten manipular archivos directamente y ayudan a organizarlos en carpetas y unidades de almacenamiento. Los archivos tienen un tamaño medido en bytes y pueden ser de diferentes tipos como texto, imágenes, videos y música. Existen operaciones básicas como creación, apertura y borrado de archivos, y se pueden aplicar permisos y marcas para protegerlos.