Las causas que motivaron los descubrimientos geográficos a finales del siglo XV fueron políticas, económicas y científicas. Los reyes buscaban nuevos territorios para conseguir riquezas y gloria, mientras que después de la caída de Constantinopla se buscaban nuevas rutas comerciales hacia el oro y las especias. También hubo un impulso científico para probar que la Tierra era redonda y que llegar a la India por el oeste era posible.