Los documentos describen los cambios económicos y sociales que ocurrieron durante la Revolución Industrial en Inglaterra, incluyendo el aumento de la población, las nuevas técnicas e instrumentos que incrementaron la productividad, la construcción del primer ferrocarril, las malas condiciones de trabajo en las fábricas con jornadas laborales de 14 horas y falta de ventilación, y la separación de clases sociales en la ciudad de Manchester.