Ralph Erskine fue un arquitecto escocés que diseñó "The Box" en 1942. La casa, ubicada en Londres, se construyó con materiales baratos y reciclados durante la Segunda Guerra Mundial para demostrar que se podían construir viviendas asequibles incluso en tiempos de escasez. "The Box" se convirtió en un ejemplo temprano del uso de materiales no convencionales y técnicas de construcción económicas.