Un touchscreen es una pantalla que permite la entrada de datos mediante el toque directo sobre su superficie. Funciona a través de diferentes tecnologías como reconocimiento óptico o infrarrojos que detectan las coordenadas del toque y las convierten a señales digitales. Los touchscreens ofrecen la ventaja de permitir la interacción directa con la pantalla sin necesidad de otros dispositivos de entrada.