Los óxidos de nitrógeno (NOx) son los componentes más tóxicos de los gases de escape de los automóviles y su concentración aumenta con la temperatura. Irritan las mucosas y destruyen los pulmones. Los hidrocarburos (CxHy) como el etano, metano y etileno están presentes en los gases de escape debido a que la mezcla de combustible en la cámara de combustión es heterogénea y la llama se apaga en zonas enriquecidas.