Este documento describe los trastornos facticios, que implican la producción deliberada de síntomas por parte del propio paciente. Se clasifican en tres tipos dependiendo de si los síntomas son psicológicos, físicos o una combinación de ambos. El diagnóstico diferencial busca distinguirlos de trastornos somatomorfos, simulación o enfermedades orgánicas reales. El criterio diagnóstico se basa en la producción intencionada de síntomas sin incentivo externo en un paciente difícil.