El documento discute los altos niveles de azúcar en los refrescos, señalando que el consumo excesivo de refrescos está relacionado con la obesidad y problemas de salud. Aunque el azúcar por sí solo no causa diabetes, beber refrescos regularmente aumenta el riesgo, dependiendo también del estilo de vida de la persona. Algunos críticos señalan que el estudio sobre la relación entre refrescos y diabetes no es concluyente debido al tamaño de la muestra.