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S. 8 A.1 Informe Final

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CURSO PROPEDÉUTICO PARA EL APRENDIZAJE
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Sesión 8 Comunicación oral y escrita.
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"Existe desigualdad entre ingerir agua natural o
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  1. 1. CURSO PROPEDÉUTICO PARA EL APRENDIZAJE AUTOGESTIVO EN UN AMBIENTE VIRTUAL 2018-2 Sesión 8 Comunicación oral y escrita. S.8 Actividad 1. Integración y redacción del informe final. Nombre del aspirante: Mónica Saray Contreras Arévalo. División y/o Aula: División de Ciencias de la Salud, Biológicas y Ambientales (CSBA) Grupo: PROPE_2018_2_CSBA_031 NOMBRE DEL MONITOR(A): DIONISIO ALBERTO AGUILAR RAMÍREZ. Dirección del blog: https://monicmonka.wordpress.com Fecha: Junio 2018.
  2. 2. "Existe desigualdad entre ingerir agua natural o bebidas de sabor (fruta) con alimentos" Tema de Investigación. Mónica Saray Contreras Arévalo.
  3. 3. ÍNDICE ÍNDICE................................................................................................... 1 Introducción.......................................................................................................................8 Metodología.......................................................................................................................8 Resultados.........................................................................................................................9 Conclusiones...................................................................................................................14 Recomendaciones .........................................................................................................85 Referencias .....................................................................................................................17
  4. 4. Introducción Los malos hábitos que tenemos al momento de alimentarnos es uno de los factores que motivaron la presente investigación, en la actualidad existe mucho interés por saber que tanto nos afecta de forma positiva o negativamente la forma en que nos alimentamos tanto en nuestra casa como en la calle, se considera que mucho depende de la oferta que tenemos en el exterior para nosotros adquirir conductas que no siempre son las más adecuadas, cuando acostumbramos salir a comer frecuentemente la oferta es “bebidas de sabor o agua natural”, por ende es que debemos de elegir cual es la más apropiada para nuestra salud, la presente investigación pretende indagar sobre esta costumbre y si el optar por una de estas dos opciones, las cuales no son las nos trae más beneficios que perjuicios en nuestra salud. El agua representa 70% de la composición de nuestro cuerpo y es imprescindible para mantenerlo sano porque, además de limpiar el organismo y eliminar las toxinas, transporta vitaminas y sales minerales indispensables para nutrir nuestras células. Existe la incertidumbre sobre si es bueno o malo beber agua durante las comidas. ¿Engorda o adelgaza? Al ingerirla con los alimentos, ¿retenemos más líquidos o no? Expertos en nutrición explican el papel que juega el agua en nuestra dieta y por qué no tiene ningún sentido que le atribuyamos propiedades adelgazantes o engordantes al vital líquido. Mitos Para empezar, ingerida al principio, durante o al final de la comida, el agua tiene cero calorías. En todo caso, dicen los autores, beberla justo antes de una comida puede engañar al estómago y llevar a comer menos. Existe la creencia de que, si se toma durante las comidas, provoca retención de líquidos. Por el contrario, afirman, beber agua estimula el funcionamiento de los riñones y contribuye a un buen equilibrio hídrico. En el caso de las llamadas dietas disociadas que no permiten tomar agua cuando se ingieren hidratos de carbono debido a que supuestamente “dificulta la digestión”, los especialistas en nutrición señalan que esta medida provoca que alimentos como las papas, el pan, el arroz y otros ricos en carbohidratos engorden más. El agua, insisten, no aumenta el valor calórico de ningún alimento. Un ensayo clínico publicado en 2010 de la American Chemical Society en Boston, concluyó que quienes bebieron dos vasos de agua de doscientos treinta mililitros justo antes de una comida consumieron entre setenta y cinco y noventa calorías menos durante esa comida. VENTAJAS DE BEBER AGUA EN UNA DIETA De acuerdo con el Centro Virtual de Información del Agua de México, es efectiva para la dieta porque:
  5. 5. 2 1. Suprime el apetito y ayuda al cuerpo a metabolizar las grasas más eficientemente. Beber un vaso de agua 10 minutos antes de comer, permite llegar con menos ansía a la mesa. Asimismo, entre más agua beba, más grasa sale del cuerpo. 2. Si está predispuesto a retener líquidos, el beber más agua ayuda a su control. Cuando su cuerpo presiente que está deshidratado, se resiste a eliminar cada gota, así que usted se hincha. Cuándo usted bebe suficiente agua, el cuerpo elimina el exceso agua. 3. A menudo los dolores de hambre son verdaderamente signos de deshidratación, así que beber agua puede ayudar a eliminarlos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir dos litros de agua al día. Dado que el primer síntoma de deshidratación es la sed, hay que beber agua a pesar de no tener ganas. Para lograrlo, es mejor beber a intervalos regulares varias veces al día, en vez de una gran cantidad cuando se siente la necesidad. CREENCIAS, MITOS Y REALIDADES RELACIONADAS AL CONSUMO DE AGUA El agua es fundamental para la vida; sin embargo, la aparición de información errónea generó dudas en la población. El objetivo es determinar el porcentaje de acuerdo al consumo de líquidos vinculado a las creencias erróneas sobre la hidratación en la población un ejemplo es que "tomar agua durante las comidas dificulta la digestión. El agua es fundamental para todas las formas de vida conocidas, el cuerpo humano está compuesto entre un 55% y un 75% de agua, dependiendo de edad y sexo. Tanto dependemos de la misma, que se sabe que podemos vivir semanas sin comer, pero sólo un puñado de días, sin agua. En los últimos años, la aparición de información errónea o mal transmitida a lo largo del tiempo, han generado en la población dudas, creencias o mitos acerca del agua, los cuales podrían influir en la ingesta de líquidos. Es frecuente en la población sostener conceptos, como por ejemplo, "tomar líquidos sólo cuando se siente sed", que no se enmarcan en ninguna evidencia científica. La estrecha relación entre la ingesta exagerada de sal en la dieta y el incremento de la presión arterial con las consiguientes complicaciones que esto acarrea, fue asociada a un potencial peligro del contenido de sodio de las aguas. Así también, sucede con la obesidad infantil, hoy en día una preocupación de
  6. 6. 3 primer orden para los sistemas de salud y un importante número de padres que se preocupan de controlar las calorías aportadas por los alimentos sólidos y probablemente desestiman las generadas por los líquidos. Lo que nos motivó a realizar la presente investigación fue indagar acerca de estas creencias erróneas de la población, y determinar el porcentaje de acuerdo y de influencia sobre el consumo de líquidos de éstas, vinculadas a la hidratación en la población. Los mitos forman parte del sistema de creencias de una cultura o de una comunidad, la cual los considera historias verdaderas, y que además, pueden influir en cambios de actitud en su vida cotidiana. Lamentablemente, muchas de estas ideas no están sustentadas por evidencias científicas sólidas y pueden generar temores infundados. En los últimos años observamos con alarma que la población controla más lo que se come que lo que se bebe. Es equivocado pensar que las calorías de los líquidos pueden engordar menos que las que provienen de los alimentos sólidos. Por el contrario, la evidencia nos muestra que sucede lo inverso. Se ha demostrado que las calorías ingeridas en bebidas producirían menores señales de saciedad que las provenientes de alimentos sólidos. Por ello, resulta más fácil excederse en la ingesta de calorías cuando las bebidas contienen azúcar y de allí que tienen un mayor riesgo de obesidad. Cómo a lo largo del día consumimos por igual, tanto alimentos sólidos como alimentos líquidos, es importante tomar conciencia de las calorías que contienen las bebidas e infusiones. En una sobresimplificación de un proceso muy complejo, como es el balance energético, podría decirse que cuando la ingesta de calorías supera el gasto energético, el exceso de energía se deposita en forma de triglicéridos, especialmente, en el tejido adiposo, conduciendo al sobrepeso y a la obesidad. En este sentido, todas las calorías en exceso, provengan de alimentos sólidos o de bebidas e infusiones, pueden conducir por igual a la obesidad cuando su aporte energético supera la disipación de energía. En consecuencia, es necesario cuidar tanto lo que se bebe como lo que se come y varios estudios científicos demuestran que el riesgo de obesidad aumenta acorde aumenta la ingesta de bebidas calóricas. Una razón adicional, pero no por ello menos importante, es que los hábitos se construyen en los primeros años de vida y, en este sentido, cuando los niños se acostumbran a calmar la sed con agua y no con bebidas azucaradas, logran incorporarlo como hábito desde la infancia. Otra creencia muy arraigada en la población es que el contenido de sodio de las aguas puede ser perjudicial para la salud, esta creencia no se enmarca en ninguna evidencia científica.
  7. 7. 4 La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que el agua no contribuye significativamente en la ingesta total diaria de sodio. La fuente más importante de ingesta de sodio se incorpora con la comida. Un estudio coincidió que en términos de calidad, cualquier bebida no hidrata por igual. La cantidad y la calidad de los líquidos ingeridos generan un impacto en el estado nutricional. Existen evidencias que indican que la energía consumida a través de las bebidas azucaradas no se compensaría con una menor ingesta de alimentos sólidos, resultando un balance energético positivo, y aumentando el riesgo de padecer sobrepeso u obesidad. Claramente, no hay que tomar agua sólo cuando se tiene sed, la sed aparece cuando ya existe deshidratación. La sed se desencadena por mecanismos fisiológicos. La sed aparece cuando las pérdidas de líquidos corresponden a una disminución del 3% del peso corporal o más, con lo cual ya existe deshidratación. . En cuanto a las recomendaciones de líquidos, cada país tiene sus recomendaciones. En Argentina, según las Guías Alimentarias para la Población Argentina, la recomendación es de 2 litros de agua/día. En Europa, The European Food Safety Authority (EFSA) recomienda una ingesta adecuada de 2,5 litros/día para hombres y 2 litros/día para las mujeres. Considera que un 80% de la ingesta adecuada proviene de bebidas y un 20% restante de alimentos, Existe otra creencia de que beber agua durante las comidas dificulta la digestión, la realidad es que no dificulta los procesos digestivos; su evacuación gástrica es rápida y tampoco posee ninguna interacción que dificulte la absorción de un macro o micronutriente. CONSUMO DE BEBIDAS PARA UNA VIDA SALUDABLE: RECOMENDACIONESPARA LA POBLACIÓNMEXICANA El secretario de Salud convocó al Comité de Expertos para la elaboración de las "Recomendaciones sobre el consumo de bebidas para la población mexicana"; la finalidad fue desarrollar lineamientos basados en evidencia científica para los consumidores, los profesionales de la salud y el sector gubernamental. Las prevalencias de sobrepeso, obesidad y diabetes han aumentado con rapidez en México y las bebidas representan la quinta parte de la energía que consumen los mexicanos. La evidencia señala que las bebidas con aporte energético incrementan el riesgo de obesidad. Considerando los beneficios y riesgos para la salud y nutrición, así como el patrón de consumo de las bebidas en México, el Comité clasificó las bebidas en seis categorías de acuerdo con su contenido energético, valor nutricio y riesgos a la salud en una escala que clasifica las bebidas de la más (nivel 1) a la menos (nivel 6) saludable. Nivel 1: agua potable; nivel 2: leche baja en
  8. 8. 5 grasa (1%) y sin grasa y bebidas de soya sin azúcar; nivel 3: café y té sin azúcar; nivel 4: bebidas no calóricas con edulcorantes artificiales; nivel 5: bebidas con alto valor calórico y beneficios a la salud limitados (jugos de fruta, leche entera, licuados de fruta con azúcar o miel, bebidas alcohólicas y bebidas deportivas); y nivel 6: bebidas con azúcar y bajo contenido de nutrimentos (refrescos y otras bebidas con altas cantidades de azúcares agregadas como jugos, aguas frescas, café y té). El Comité de Expertos para las Recomendaciones de Bebidas se creó por la iniciativa del secretario de Salud de México para proporcionar una guía sobre los beneficios y riesgos nutricionales y para la salud de varias categorías de bebidas. El Comité hizo una revisión de las publicaciones sobre los beneficios y riesgos nutricionales y a la salud de varias categorías de bebidas. Las guías nutricionales en México se han enfocado hasta el momento en los alimentos, a pesar de que la ingestión de energía proveniente de las bebidas representa 21% del consumo total de energía. Esta cantidad de calorías de los líquidos, que procede en particular de las bebidas azucaradas, jugos, leche entera y alcohol, se adiciona a la energía proveniente de los alimentos de la dieta y contribuye al consumo excesivo de energía vinculado con la obesidad y la diabetes. Entre 1999 y 2006 la proporción de energía obtenida del conjunto de varias bebidas con aporte energético, incluidos refrescos, bebidas que contienen jugo de fruta adicionado con azúcar (aguas frescas), jugos de fruta sin azúcar y leche entera, se ha duplicado. Las recomendaciones que se proponen suministran lineamientos para satisfacer la mayor cantidad posible de las necesidades diarias de líquidos a través del agua y otras bebidas con bajo contenido energético y promover un buen perfil nutricional. Una dieta saludable no requiere líquidos para satisfacer las necesidades de energía y nutrientes. En consecuencia, el agua potable puede utilizarse para satisfacer casi todas las necesidades de líquidos de los individuos sanos. Sin embargo, para permitir cierta variedad y preferencias individuales, una dieta saludable puede incluir diversos tipos de bebidas, además del agua. Otra razón que explica el desarrollo de estas recomendaciones de bebidas es la posibilidad de ayudar a los consumidores a elegir y al gobierno a promover una variedad de bebidas sanas, con objeto de sustituir el patrón actual poco saludable de las bebidas ingeridas. La situación de salud en México ha cambiado profundamente en las últimas dos décadas, a tal grado que las preocupaciones alrededor de la desnutrición se encuentran limitadas a grupos de la población específicos; en cambio, la obesidad se ha generalizado a los diversos grupos sociales, regiones y grupos de edad. La preocupación que suscita la excesiva ingestión, dado el bajo gasto energético, es el paradigma predominante que enfrenta el país. Los aumentos de las prevalencias de la obesidad en México son los más rápidos documentados en el plano mundial. De 1988 a 2006, la obesidad en mujeres de 20 a 49 años de edad se incrementó de 9.5 a 32.4% y el sobrepeso de 25 a casi 37 por ciento.
  9. 9. 6 Las enfermedades no transmisibles relacionadas con la nutrición son ahora el mayor problema en México. Las prevalencias de anemia y deficiencias de micronutrientes son todavía elevadas, aunque son casi siempre menores que las prevalencias de sobrepeso y obesidad. Por lo tanto, a pesar de que la mala nutrición por deficiencias está aún presente en la agenda nacional, la justificada preocupación por el aumento de la obesidad en México ha identificado como una de las prioridades para la población la disminución de la ingestión de energía y la adopción de patrones saludables de consumo de alimentos y bebidas para los mexicanos. Existe amplia evidencia de que las bebidas tienen poca capacidad de saciedad e implican una pobre compensación dietética. Estudios sobre las sensaciones del apetito (esto es, hambre, saciedad e ingestión posterior a una comida) apoyan la idea de que los líquidos tienen menor capacidad de producir saciedad que los alimentos sólidos. Se desconocen los mecanismos que explican esta pobre respuesta compensatoria de los líquidos. Por estas razones, es de esperar que la ingestión de bebidas con aporte energético se vincule con un equilibrio positivo de energía y obesidad. Esto se confirmó en un estudio que encontró que una ingestión de 450 kcal a partir de bebidas de frutas azucaradas produjo un aumento significativo del peso corporal, que no se encontró cuando la misma cantidad de calorías se consumió a través de alimentos sólidos por los mismos individuos. Los académicos reconocen que los requerimientos de líquidos varían en grado considerable entre los individuos y las poblaciones; por lo tanto, no se ha determinado un valor para los requerimientos promedio de agua, de manera que sólo se puede hablar de lo que se ha llamado ingestión adecuada, la cual se deriva del consumo habitual del total de líquidos por día en la población general. Esta cifra se ha establecido en 3.7 litros al día para hombres y 2.7 litros para mujeres. Cerca de 80% de esas necesidades diarias las aporta la ingestión de bebidas, incluida el agua; el resto se adquiere a través de los alimentos sólidos. Por el contrario, la contribución de los líquidos para satisfacer la cantidad de nutrientes esenciales recomendados es mínima, excepto por la leche. El equilibrio entre energía y contenido de nutrientes es un factor crítico para definir el papel de las bebidas en una dieta sana. En las Recomendaciones propuestas se clasificó el agua en el nivel 1 (es decir, las bebidas que deben consumirse con frecuencia) y las bebidas azucaradas, con alto valor energético, en el nivel 6 (deben consumirse de forma esporádica). Antecedentes Datos indican que México tiene uno de los más elevados, si no el más elevado, índice de consumo de bebidas con aporte energético en el mundo para los grupos de edad de un año de vida en adelante. En segundo lugar, los tres principales tipos de bebidas que contribuyen con el mayor aporte energético en la población son: refrescos (carbonatados y no carbonatados); bebidas elaboradas con jugos de fruta, con o sin azúcar, que se toman como
  10. 10. 7 jugos naturales, aguas frescas y jugos elaborados con 100% de fruta, a los que se agrega azúcar; y leche entera. Clasificación y jerarquización El Comité de Expertos clasificó las bebidas en seis niveles; desde las menos recomendadas (nivel 6), integradas por bebidas que deben consumirse sólo de forma esporádica y en cantidades limitadas, hasta las más recomendadas (nivel 1), que deben constituir la principal fuente de líquidos: el agua. No es posible definir la cantidad de agua recomendada para cada persona, ya que las necesidades dependen parcialmente del contenido de los alimentos consumidos en la dieta habitual. Con base en el razonamiento descrito con anterioridad, pueden usarse diferentes combinaciones de bebidas para satisfacer las necesidades de líquidos de un adulto o un niño sano, siempre y cuando no contribuyan con energía excesiva. Dado que existen grandes variaciones incluso dentro de cada una de las categorías propuestas por el Comité. Se describen primero las bebidas agrupadas en los diversos niveles y a continuación las directrices de ingestión recomendada para cada nivel. NIVEL 1. AGUA POTABLE El agua es la esencia de la vida. El consumo de agua es necesario para el metabolismo, las funciones fisiológicas normales y puede proporcionar minerales esenciales como el calcio, el magnesio y el flúor. La falta de agua corporal o deshidratación aguda afecta los procesos cognitivos, provoca estados de ánimo variables, disminuye la regulación térmica, reduce la función cardiovascular y afecta la capacidad para el trabajo físico. El agua potable carece casi por completo de efectos adversos en los individuos sanos cuando se consume en los intervalos de valores aceptados y no provee energía; por estas razones se considera la elección más saludable para lograr una adecuada hidratación. NIVEL 6. BEBIDAS CON AZÚCAR Y BAJO CONTENIDO DE NUTRIMENTOS (REFRESCOS, JUGOS, AGUAS FRESCAS Y CAFÉ CON AZÚCAR) El Comité recomienda que este conjunto amplio de bebidas sólo se consuma de manera esporádica y en porciones pequeñas. Dichas bebidas proveen excesivas calorías y ninguno o muy escaso beneficio nutricional. En México existe un amplio espectro de bebidas a las que se agregan excesivas cantidades de azúcar. México es uno de los principales consumidores de refrescos per cápita en el mundo. Además, una gran variedad de bebidas a base de jugos de fruta o soya, y aguas frescas con cantidades excesivas de azúcar.
  11. 11. 8 METODOLOGÍA Para la investigación del tema “"Existe desigualdad entre ingerir agua natural o bebidas de sabor (fruta) con alimentos" se realizó una búsqueda dirigida en el motor de búsqueda Google usando las palabras clave agua, alimento, combinar, agua de sabor, decidí descargar la información de las pagina SciELO - Scientific Electronic Library Online (Biblioteca Científica Electrónica en Línea), y scholar por su contenido de publicaciones científicas con carácter confiable y valido, se descartaron publicaciones que no tenían relación estrecha con el tema de investigación, resulto complicada la búsqueda de información referente al tema puesto que no existe una investigación específica sobre el mismo, encontré temas relacionados al consumo de agua o bebidas y su efecto en nuestro organismo; así como múltiples creencias no fundamentadas. Se procedió a integrar la información y se realizó un marco teórico con base en los artículos encontrados para contar con los antecedentes suficientes que justifiquen y sustenten la presente investigación de campo. Entre la información relevante se encuentra la encuesta que se aplicó a un grupo de 10 personas, 5 Mujeres y 5 Hombres, los cuales regularmente acuden a la cafetería del Instituto Politécnico Nacional, las preguntas se enfocaron en sus costumbres de combinación de bebidas y alimentos. Se estructuro un cuestionario de once preguntas, mismo que se transcribió en un formulario de Google, y se envió a los entrevistados por correo. Las respuestas se registraron y posteriormente se elaboró una estadística por cada una de las preguntas y sus respectivas respuestas.
  12. 12. 9 Resultados Aplicación de Encuesta y análisis de resultados.
  13. 13. 10
  14. 14. 11
  15. 15. 12
  16. 16. 13
  17. 17. 14 Conclusiones La recomendación es consumir bebidas azucaradas sólo de modo eventual. Estas bebidas contribuyen a la epidemia de obesidad y diabetes en México al facilitar la ingestión excesiva de calorías. Existen estudios tanto en seres humanos como en animales que muestran que tales bebidas no producen saciedad y la compensación que proveen, en términos de la reducción del consumo de otros alimentos o bebidas en la aumento del consumo de calorías y por lo tanto la obesidad. Los refrescos y las bebidas azucaradas a base de fruta no son las únicas bebidas con alto contenido calórico. En México, las más importantes de estas bebidas son los cafés muy endulzados y todas las bebidas a base de jugos de fruta con azúcar adicionada; destacan las aguas frescas, que son jugos de frutas muy diluidas a los que se agregan cantidades muy elevadas de azúcar. Como se ha dicho, los jugos de frutas, incluso cuando no se les añade azúcar, se han vinculado con resultados adversos en la salud. El requerimiento total de bebidas se basa en la composición general de la dieta del individuo y sus necesidades fisiológicas de agua. No se promueve el consumo ciertas bebidas a quienes no las consumen en la actualidad; la recomendación se deriva del intento por mantener un balance de calorías tanto en alimentos sólidos como líquidos intentando modificar el patrón actual de consumo en México.
  18. 18. 15 Las necesidades de líquidos varían de acuerdo con el tipo de dieta, por ejemplo las dietas altas en frutas, verduras y sopas, que aportan cantidades considerables de líquidos, requieren menores cantidades de líquidos provenientes de bebidas. El Comité recomienda, con base en esta revisión y su conocimiento sobre salud y nutrición, los siguientes intervalos de consumo de bebidas: Nivel 1: agua potable: 750-2 000 ml al día (estas cantidades deben ser mayores en personas que practican actividad física vigorosa o en climas muy calurosos). Nivel 2: leche semidescremada (1%) y descremada Nivel 3: café y té sin azúcar añadida: 0 a 1 litro al día; dichas bebidas no se recomiendan para preescolares y escolares). Nivel 4: bebidas no calóricas con edulcorantes artificiales: 0 a 500 ml por día. Nivel 5: bebidas con alto valor calórico y limitados beneficios a la salud: jugo 100% de frutas, 0 a 125 ml al día. Nivel 6: bebidas con azúcar y bajo contenido de nutrimentos: no se recomienda su consumo; si se ingieren deben beberse sólo de manera ocasional y en una porción no mayor de 240 ml. Recomendaciones La razón que justifica las recomendaciones es la epidemia de obesidad y diabetes que enfrenta el país. El consumo de bebidas calóricas en México es de los más elevados encontrados en el mundo y su aumento no tiene precedente en la historia mundial. Dado que estas bebidas proveen en esencia energía y pueden contribuir en grado significativo a un equilibrio positivo de energía, reducir su consumo es un componente vital de una conducta más amplia para reducir el consumo energético total y lograr un equilibrio energético en la población. Estas recomendaciones sólo describen en forma general la relativa densidad energética, densidad de nutrientes, beneficios para la salud y riesgos vinculados con cada categoría de bebidas, así como la importancia relativa de cada bebida; en consecuencia, no es posible proporcionar lineamentos claros en relación con las cantidades individuales específicas. Las cantidades exactas recomendadas para el consumo varían de acuerdo con las necesidades individuales de energía y líquidos y la cantidad de líquidos contenidos en la dieta habitual. Sin embargo, las recomendaciones proporcionan intervalos de valores aceptables y proponen una meta concreta: el aporte de las bebidas no debe rebasar 10% de las recomendaciones de energía. El gran consumo actual de bebidas azucaradas contribuye de manera notoria al exceso de ingestión calórica y es un factor importante en el desarrollo de la obesidad en México. Si para resolver el problema debe reducirse el consumo de energía, la disminución del consumo de estas bebidas debe ser parte de la solución.
  19. 19. 16 El tema de investigación es un precedente de como la ingesta de bebidas altamente calóricas está estrechamente ligado al rápido incremento en los niveles de sobrepeso y obesidad con que se cuenta en la actualidad en nuestro país. La idea que de un consumo excesivo de bebidas altamente azucaradas solo nos proporcionara un alto nivel de energía, y si la misma supera el gasto energético, el exceso de energía se deposita en forma de triglicéridos, especialmente, en el tejido adiposo, conduciendo al sobrepeso, y por ende estaríamos hablando de uno de los principales motivos para desarrollar una mala nutrición y como consecuencia sobrepeso. Motivo por el cual la recomendación seria tomar agua natural al momento de ingerir alimentos y únicamente de forma ocasional incluir en nuestras comidas agua de sabor pero con muy poca azúcar, esto último si se determina que nuestra alimentación se encuentra balanceada, puesto que de no ser así nuestro organismo se vería beneficiado si incluimos bebidas de sabor (fruta) para tener un mayor aporte de nutrimentos resultando en una mejora para la salud. En resumen, es necesario cuidar tanto lo que se bebe como lo que se come y varios estudios científicos demuestran que el riesgo de obesidad aumenta acorde aumenta la ingesta de bebidas calóricas.
  20. 20. 17 BIBLIOGRAFÍA Iglesias, R., Carmuega, E., Spena, L., & Casávola, C. (25 de junio de 2013). "Creencias, mitos y realidades relacionadas al consumo de agua". Recuperado el 18 de mayo de 2018, de Scientific Electronic Library Online: http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1852- 38622013000200002 Martínez, L. (s/f). "Es perjudicial tomar agua en la comida". Recuperado el 18 de mayo de 2018, de Bienestar 180: http://www.salud180.com/salud-dia-dia/es- perjudicial-tomar-agua-en-la-comida

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