Los valores no se han perdido, sino que han evolucionado y cambiado para adaptarse a los tiempos actuales. Los valores son dinámicos y están en constante transformación, muriendo y dando lugar a nuevos valores a medida que cambian las sociedades. Por ejemplo, el valor del respeto ha evolucionado de esperar silencio de los hijos a buscar la comunicación y el diálogo entre padres e hijos.