El poema describe los colores del otoño y la naturaleza durmiente. El poeta recoge una hoja seca que aunque simple y muerta, aún parece llena de vida. La dignidad de la hoja al caer le impulsa a cantar. El poeta contempla un árbol desnudo que parece sonreír con la eternidad a pesar de su libertad para transcurrir. El poema finaliza evocando al ser amado entre los colores del otoño.