2. Uelnezqui
La Revista de la Deconstrucción
Año 1 Núm. 00 Marzo 30 de 2019
UELNEZQUI
Periódico Mensual. Ilustrado
COLABORACIONES DE ESTE
NÚMERO:
Dra. Laurence le Bouhellec
Cath Lescieur
Jaime Carcaño
Sra. Melo
Aidée RBañuelos
SUMARIO
Pág.
Manual para ser un artista exi-
toso en Puebla 5
La revista de la deconstru...
qué? 8
Todo lo que debe saber sobre su
altar 12
El origen de la práctica artísti-
ca 16
Téngalo en cuenta 19
¿Cómo callar la mente? 21
Construcción de una masculini-
dad no solicitada 28
A propósito del 8M 30
La limpieza cómo deconstruc-
ción 32
3. Ente de mi atención: -
Enviamos a usted este
número, para que pueda comprobar
que la Revista Uelnezqui está de-
dicada exclusivamente al Humane
Deconstruide. En efecto, Uelnezqui
le ayudará a la confección de sus
vestidos, le dará ideas sobre la ad-
ministración del hogar, le facilitará
la elección de platillos y alimenta-
ción, le dará tema de conversación,
y cultivará su espirítu dándole
lectura amena, crítica y agradable
para sus “chaquetas” mentales. Ya
que nuestra publicación gira entor-
no a la deconstrucción, la economía
doméstica y al arte.
Uelnezqui, publica hermosos, joco-
sos y amorales, cuentos, artículos,
tips, opiniones, servicios, chismes,
productos, y todo lo que le puede
constituir para el individue, materi-
al de lectura, ameno, interesante e
instructivo, por no mencionar des-
tructivo.
Uelnezqui, publica en cada número,
una hermosa y caótica colección de
labores variadas, propias para el
hogar, y para el agente creativo y
con mucho tiempo libre. Labores al
tamaño de su auteridad; al publicar
estas recomendaciones, también
damos las explicaciones necesarias;
para que puedan ser ejecutadas con
toda facilidad, o no?
Uelnezqui, cuenta además con los
personajes más agraciados y respe-
tables en sus prácticas deconstruc-
tivas, quienes redactan para usted
las más útiles e interesantes lec-
turas para la vida actual, lecturas
que nuestres apreciables suscripto-
res encontrarán tanto estimulantes
como necesarias para ser toda una
persona de la sociedad contémpora-
nea.
Uelnezqui, es el periódico más
económico para les humanos inde-
pendientes, pues la suscripción por
año, sólo cuesta $180, o sean 12
números de esta hermosa Revista.
Y, he aquí una ventajosa oferta para
las primeras 500 personas que se
suscriban inmediatamente: si a la
vuelta de correo, nos permite us-
ted $180 en giro o vales postales,
recibirá, además de su suscripción
4. Uelnezqui
completa por 12 números, una pre-
ciosa lámina, ya que contamos con
las ediciones coleccionables, la obra
que tode decosntruide debe leer y
que le dejará encantade.
Aproveche usted ahora estos pre-
cios, porque muy pronto nos vere-
mos obligados no sólo a aumentar el
precio de suscripción, sino a vender
ediciones especiales únicamente.
Nos despedimos haciendo de su co-
nocimiento que está es su carta de
autenticidad, y esperando que quie-
ra usted aprovechar esta oportuni-
dad que le brindamos, nos suscribi-
mos como sus afmos attos. amigis
y Ss. Ss.
5.
6.
7.
8. La palabra deconstrucción
procede del vocablo francés “décons-
truire”, alude a desmontar, a través
de un análisis intelectual, una cierta
estructura conceptual. Desde hace
un tiempo el término deconstrucción
ha tomado popularidad entre los di-
scursos femenistas para referirse a
la necesidad de autocuestionarse,
desmenuzar los planteamientos in-
sertados en nuestro subconsciente,
destruir los cascarones que nos he-
mos creado cómo representaciones
de nosotros mismos, siendo sólo pro-
yecciones del sistema, siendo inter-
pretaciones de roles prediseñados
que abolen la individualidad, y que
coartan las múltiples lecturas posib-
les.
Este deshacernos, implica
además, cuestionar las inequidades
en derechos que vivimos la gran
mayoría de personas en el mundo,
el consumismo que nos ha llevado al
agotamiento ecológico del que ahora
somos víctimas culpables.
El objetivo de todas estas
prácticas es deshumanizarnos,
volvernos entidades no pensantes
fáciles de manipular que jamás se
revelen o critiquen su entorno. Para
ello el sistema capitalista patriarcal
ha tenido un sin fin de herramien-
tas, y las redes sociales ahora con-
tribuyen en gran medida a ello, y
con esto no quiero decir que sean
del todo desprovistas de utilidad.
Pero sí están aportando a una muy
eficiente separación de individuos.
Este deshacernos, im-
plica cuestionar las in-
equidades en derechos
que vivimos la gran
mayoría de personas en
el mundo
Parte del próposito de Uelnezqui, es
recuperar esa gran característica
de nuestra especie, que es nuestra
humanidad. Esa empatía y compa-
sión que el ser humano puede llegar
a expresar. La recuperación de nue-
stro sentir así como el autocuidado,
inmerso en la economía doméstica,
son piezas angulares de esta propu-
esta. El arte, comprendido por cues-
La revista de la deconstru... qué?
9. tionamientos y delatores de nuestro
entorno, son ejes consecuentes del
quehacer de autoindagación y des-
monte. Una deconstrucción real
sólo puede llevarse del todo a cabo
consecuentado de estos protocolos.
Evidenciando las fallas del
discurso patriarcal del que emerge-
mos todas y todos, reconociendo las
tácticas machistas que acosan la so-
cialización saludable, interiorizando
nuestras criticas podemos ser más
concientes de ellas y por tanto via-
bles a transformarlas. Las lecturas
que proponemos son nuestro inten-
to de provocar cuestionamientos en
el lector.
tanto nuestro planeta
como los humanos en
ella ya no estamos en
condiciones de
sostener
Es imperativo pues, desmontar las
instituciones y prácticas que hege-
monizan la convivencia, deshacer
los estándares de estética imple-
mentada, que sólo reproducen am-
10. bientes de clasismo y racismo en
diferentes escenarios, solventados
por los privilegios de unos cuán-
tos, y que tampoco dan cabida a
nuevas formas de supervivencia
basadas en formas más amigables
con la naturaleza. Es necesario
trasformarlas o crear nuevas, de lo
contrario caeremos en los mismos
errores que hemos vivido a lo largo
de nuestra historia y tanto nuestro
planeta como los humanos en ella
ya no estamos en condiciones de
sostener.
La deconstrucción
viene de la destruc-
ción de nosotros mis-
mos concebidos desde
el sistema y nuestra
reconstrucción desde
nuestras propias con-
cepciones e ideologías
No podemos permitir que
nuestras formas de profesionali-
zarnos se mantengan en primitivas
estructuras de cerrazón e imposi-
bilidades. Es básico que nuestras
formas de educación hallen vías
más constructivas. Pero ya tendre-
mos 12 números para indagar más
en dicha problemática y cómo solu-
cionarla en conjunto.
Uelnezqui pretende sin más, ser
una parte valiosa del desmonte
de esta pobre calidad de vida. La
deconstrucción viene de la dest-
rucción de nosotros mismos con-
cebidos desde el sistema y nuestra
reconstrucción desde nuestras
propias concepciones e ideologías.
No pretendemos de ninguna mane-
ra imponer una sola estructura de
emergimiento, sino abrir un abani-
co de posibilidades para quien se
atreva a leernos. Nuestro sueño es
ser un escalón y voz para nuevas
formas de coexistencia más armo-
niosas y acompañadas, en las que
te agradeceríamos fueras parte y
te sintieras libre de retroalimen-
tar. Queremos ser comuna con to-
dos los disidentes y libres pensan-
tes allá afuera.
Aidée RBañuelos
11.
12. Altar, proveniente de latín alta-
re, significa “elevación”, al poner
un altar está usted mostrando su
elevada admiración por una en-
tidad debido a sus cualidades más
admirables. En este caso, nuestra
más sublimes alabanzas son para
su Santidad Santo Miguelito Pé-
rez, santo patrono de los artistas,
la carnosidad, la sabrosura y pla-
ceres en todas sus expresiones. Es
indispensable tener un altar, por
más modesto y humilde que este
sea, tal vez nuestros recursos no
den para hacerle uno a la altura
de su magnificencia y de nuestros
anhelos, pero su infinita compasión
sabrá apreciar el gesto de nuestra
devoción con lo que le dediquemos,
use su imaginación y su creativi-
dad, lo importante es hacerlo con
mucho amor y fe -Espero que algún
día le salga-
Primeramente, usted ya tendrá la
imagen de su Santidad Santo
Todo lo que debe saber sobre su altar
13. Miguelito Pérez, no importa si es
una estatuilla o una lámina, es algo
que no debe faltar en casa. Lo se-
gundo, sería que usted designe un
lugar apropiado para montar el al-
tar. Tome encuenta usted, que tam-
bién sería conveniente poder me-
ditar frente a este, los pasos para
ello ya se los enseñaremos, pierda
usted cuidado.
Lo tercero, es buscar una mesita,
poner una repisa o un gabinete
protegido con vidrio, lo que sus
posibilidades le den, recuerde que
la devoción aquí es lo que cuenta,
nuestra Santidad le correspondera
en la medida de ella.
Seguido puede usted poner otro
estante si piensa agregar más
elementos, aquí convendría bien
colocar un cojín para meditar; o
colocar la imagen, si se tratase de
una ilustración o fotografía, colga-
da y usar el estante para las velas
y ofrendas.
Es importante recordar que la vi-
sión estética del altar será de mu-
cho agrado a su Santidad, por ello
sería conveniente ponerle un lindo
mantel, con las sugerencias que se
irán publicando también en nuest-
ra finísima revista. Agregar ele-
mentos de los cuatro elementos
que son parte de nuestro patrono.
Los inciensos son un elemento del
aire, las velas pertenecen al fuego,
un vasito con mezcal o cualquier
otra bebida le garantizarán las ben-
diciones de su magnificensia, y del
elemento tierra puede ser la mis-
misíma estatuilla, flores y demás
decoraciones que su gran ingenio
le brindará. No olvide usted que la
jotería complace mucho a nuestro
sagrado patrono, así que de rienda
suelta a su creatividad para esta
empresa espiritual.
Por último, debe usted prender la
vela, con fósforos de madera, por
favor! Al ritmo de un jocoso y ja-
carandoso baile, entre más mueva
usted las caderas, mejor; prenda
el incienso con dicha vela. A conti-
nuación puede usted meditar o bien
14.
15. dedicarle algunas de las plegarias
de su elección. Puede usted agra-
decerle por las muchas bendiciones
que este elevadísimo ser nos con-
cede con mucho amor, o pedirle hu-
mildemente algún favor, si lo hace,
haga la caridad para si, y ofrézcale
algo en el altar, así asegurará que
sus peticiones serán escuchadas.
Cuando termine usted, apague su
vela, y cómo a nuestra Santidad
le gustan los besos, puede darle
besos volados si la pena aún le
invade. Es de suma importancia
hacer este ritual por lo menos una
vez al día.
Por cierto, su camino espiritual
irá acercándole a nuestra divini-
dad en medida que usted se ame a
usted misme. Sí, me leyó bien, de-
bajo de el altar a su Santidad Santo
Miguelito podría usted ponerse un
altar, una muestra de su gran com-
promiso y devoción a nuestro vene-
rado patrón. Y es que, Su Santidad
favorece más a sus fieles que recor-
ren las vías de la autovaloración
y deconstrrucción. Como buenos
devotos, es nuestro deber ser con-
gruentes a nuestras creencias, y
una sólida espiritualidad radica en
la admiración de esa chispa divina
que nuestra Santidad ha deposita-
do con su inmensa miscericordia
en cada une de nosotres.
Le deseo la mejor de las suertes en
su tarea, y que nuestra Santidad
Santo Miguelito Pérez, le colme de
bendiciones.
Sra. Melo
16. La pregunta por los orí-
genes, si bien ha tenido mucha
fuerza en el ámbito filosófico -por
lo menos desde el siglo pasado- no
ha impactado de la misma manera
el ámbito de la historia del arte.
Es muy probable que una de las
razones de aquel desajuste epis-
temológico se deba en gran parte
al simple hecho que, por gusto, el
gran público suele acercarse más
al arte que la filosofía, justificando
así, de cierta manera, la continua
repetición de ciertas inconsisten-
cias, aparentemente inofensivas,
entre las cuales
¿Por qué la perso-
na que excelsa en la
representación hiper-
realista de un sinfín
de animales no puede
representarse a sí
misma?
destaca por ejemplo la supuesta
necesidad de la relación entre
arte y belleza. Sin embargo, me
parece que lo más significativo
de la reflexión sobre los orígenes
del arte es que, mucho más que
señalar simplemente el porqué
del arranque de ciertas técnicas
como la pintura o el grabado, nos
encamina a la reflexión sobre
este preciso momento cuando el
ser humano toma conciencia de
la especificidad de su condición
de vida como ser finito irreme-
diablemente encaminado a la
muerte, una toma de conciencia
que lo llevó precisamente no so-
lamente a asumirse como diferen-
te de los demás animales sino a
desarrollar determinados campos
de visibilidad para sellar su pacto
con un más allá cada vez más re-
querido para calmar su angustia
existencial.
Ahora bien, si ha sido
ampliamente comentado y a
menudo divulgado el famoso
bestiario del periodo paleolíti-
co -pensemos por ejemplo en los
rinocerontes de Chauvet, los pin-
güinos de Cosquer, los bisontes de
Altamira o el famoso unicornio
El origen de la práctica artística
17. Light, darkness and the right kind of madness. IG: josefercs
su consecuencia
inmediata: el llegar a pensarse
diferente de los demás animales
18. de Lascaux- poco se dice sobre el
campo antropomorfo que lo acom-
paña. Un poco como si, solamente
quedan nuestra perplejidad y casi
total incomprensión después de
comparar la nitidez y exactitud
del trazo del repertorio zoomorfo
con la puntual torpeza con la que
queda representado el ser huma-
no. Y, claro, surgen las preguntas:
¿Por qué la persona que excelsa
en la representación hiperrealista
de un sinfín de animales no puede
representarse a sí misma? ¿Por
qué tantos animales represen-
tados y tan pocas figuras huma-
nas? ¿Por qué la figura humana
no puede emerger de un campo
de visibilidad abstracto? Para el
filósofo Jean-Luc Nancy, las res-
puestas fluyen sin el menor pro-
blema: lo que presenciamos en el
arte del paleolítico, en el lento na-
cimiento de estos primeros cam-
pos de imágenes tan contrastados
es, más allá de la mera toma de
conciencia del ser humano como
ser-para-la-muerte, su consecuen-
cia inmediata: el llegar a pensarse
diferente de los demás animales.
Por lo tanto, en la imagen de este
híbrido, con rasgos animales en
la parte superior de su cuerpo y
rasgos no animales en la parte
inferior, está el primer ensayo
de visibilidad de su diferencia
existencial, uno de los mayores
secretos de las grutas a pintura
del paleolítico europeo.
Dra. Laurence le Bouhellec
19. Hay tantas razones para atender
debidamente el cuello, como al
rostro. A este último se le observa
detenidamente, eligiendo crema,
astringentes y jabones apropiados.
Lo mismo debe ocurrir con el cuel-
lo.
Cuando, por las noches, proceda a
la limpieza de su cara extienda la
crema hacia abajo, y cubra con ella
el cuello, o el jabón apropiado para
ello; haciendo un ligero masaje con
las yemas de los dedos, siempre ha-
cia arriba y hacia afuera, partiendo
de la base, en dirección al rostro.
Una vez quitada la crema de lim-
pieza, o lavado el jabón, aplique el
astríngente, con un algodoncito, y
deje secar. Más tarde, un momen-
to antes de irse a dormir cubra la
piel con una delgada capa de crema
nutritiva.
No cambie continuamente de pro-
ductos empleados para el cuidado
de su belleza. Si usted lo hace no
llegará a saber cuál es el que real-
mente le conviene, aparte de que
Téngalo en cuenta
20. fatigará a su cutis, con tantas reac-
ciones diferentes.
Cuando haya comprobado que uno
le sienta bien y ofrece toda clase de
garantías, úselo hasta que distintas
circunstancias o una transforma-
ción en el estado de su piel exijan
cambio.
Uelnezqui
21. ¿Cuántas veces en su vida adul-
ta se ha enfrentado a una tarea
o ha determinado aprender algu-
na habilidad creativa sólo para
dejarla de lado por una actividad
de poca importancia, sin valor o
fecha límite? A todos nos ha pa-
sado. Todos nos hemos decidido a
hacer algo importante, sólo para
ser desviados del camino y de
nuestras tareas por una voz en
nuestra cabeza que nos anima a
ponernos a jugar, o mirar un pro-
grama de televisión, u organizar
una parte de nuestra oficina que
no lo necesita. Después de pasar
horas frente al televisor dándole
vueltas a la programación defi-
ciente o tal vez aún mucho más
tiempo en la Internet pasando de
un sitio innecesario a otro,
de repente ya es hora de
acostarse y hemos perdido
otro día
que empezamos con grandes ex-
pectativas. Piense en cuántas
cosas significativas ha intentado
hacer que de alguna manera se
perdieron en el vórtice de activi-
dades sin sentido. No es extraño
que luego de un día como ese nos
preguntemos a nosotros mismos,
“¿Por qué hice eso? ¿Por qué
perdí tanto tiempo?”
es realmente muy simple:
estamos estresados
Los mecanismos que involucran a
nuestro diálogo interno recorren
un largo camino para enriquecer
nuestra experiencia como seres
humanos. Ellos nos dan la habi-
lidad de planear, anticipar, expe-
rimentar y encontrar soluciones
innovadoras a los problemas.
De hecho, el diálogo interno ha
sido tan exitoso a lo largo de la
existencia humana que ha idea-
do un sinfín de maneras de evi-
¿Cómo callar la mente?
22. tar situaciones estresantes en
la era moderna. La respuesta a
“por qué” posponemos las cosas
o no permanecemos enfocados es
realmente muy simple: estamos
estresados.
Muchas veces nuestras mentes
están estresadas porque nue-
stros cuerpos no están siendo
utilizados de la misma manera
que en épocas pasadas. Del mis-
mo modo, nuestras mentes están
abordando problemas y situacio-
nes que nuestros ancestros pro-
bablemente nunca imaginaron.
De mayor importancia
es que considere su propio estilo
de vida y cómo puede incorporar
simples tareas a su horario con
el fin de relajar los pensamientos
que van y vienen a través de su
mente.
Tómese un descanso. Esto
puede parecer obvio.
La mayoría de nosotros estamos
acostumbrados a un ambiente
laboral que nos permite unos
minutos para nosotros mismos
cada par de horas. Un ejercicio de
respiración o relajación serviría
mejor a este propósito.
No discuta con usted mismo
ni trate de forzar ninguna
experiencia fuera de su
mente.
Si usted se encuentra con algún
tipo de resistencia en el cami-
no, recuerde que esa resistencia
es parte de usted y está ahí por
una razón. Tal vez no podamos
entender o respetar esas limita-
ciones de inmediato, pero ese es
el reflejo de lo que aún nos queda
por aprender acerca del proceso
de meditación, y no de lo que no
somos capaces de lograr.
De buenas a primeras
hay un truco: va a ser diferen-
te para cada persona. Cada uno
de nosotros es diferente, y cada
uno de nosotros encontrará
diferentes formas de quietud
interior. Para los que estamos
23.
24. determinados a silenciar las dis-
tracciones que representamos
y creamos dentro de nosotros
mismos, lo importante es seguir
intentándolo y, como se dijo pre-
viamente, no luchar con nosotros
mismos.
Respiración Básica
La respiración siempre se encu-
entra al inicio de cualquier técni-
ca de meditación/relajación en
la que se participe. Intente este
simple ejercicio: siéntese en una
silla cómoda por diez o veinte
minutos. Inspire lentamente por
tres segundos. Una vez que ten-
ga el aire, manténgalo por otros
tres segundos y luego exhale por
seis segundos. Asegúrese de que
mientras hace esto su estómago
se expande a media que inhala, y
se desinfla al exhalar. Es difícil
creer que realmente se supone
que debamos respirar de esa ma-
nera, ¿cierto?
Una vez más, esto es fundamental
para cualquier tipo de meditación
que desee practicar. A medida que
vaya mejorando en ello, serán
más largas las respiraciones que
pueda tomar—algunas personas
son capaces se inhalar por cin-
co segundos y exhalar por diez,
y otras son incluso mejores que
eso. Intente incorporar este tipo
de respiración en cualquier acti-
vidad meditativa que realice—in-
cluso cualquier tipo de actividad
que realice. La conexión cuerpo/
mente es poderosa, lo suficiente
como que cuando su respiración
no es la correcta, sus voces inter-
nas reflejarán mentalmente esa
angustia física.
También asegúrese de monitore-
ar su respiración durante el día.
¿Siente su pecho suelto o está
conteniendo una gran tensión?
Si su caso es el último, empiece
a respirar tranquila y apropiada-
mente, la diferencia se evidenci-
ará de inmediato. Especialmente
las personas que llevan mucho
tiempo respirando incorrecta-
25.
26. mente, se asombrarán al ver
que sus pulmones y costillas
estarán algo adoloridas luego
de respirar apropiadamente.
Esto se asemeja a los leves do-
lores que se pueden experimen-
tar luego de una sesión de ejer-
cicio. El pecho no debería extra
expandiéndose y contrayéndose
con cada aliento que tomamos—
sino el abdomen. Sin embargo,
no tomará mucho tiempo lograr
que su cuerpo se adapte, y pue-
de estar seguro de que usted se
sentirá mucho mejor por haber-
lo hecho.
Extracto del libro: Cómo Callar
Su Mente de Marc Allen
Curadurías Gastronómicas de la Tía Hijuitl
Contrátanos: revistauelnezqui@hotmail.com
27.
28. Recuerdo la primera
vez que me señalaron
un acto machista.
Tampoco tiene mucho, si aca-
so tres años. En medio de una
fiesta saqué un comentario que
cosificaba bien duro a una mor-
ra. Tipo
„¿Quién crees que se
la cogió?“
A ella ni le hablaba, salió al tema
porque alguien la señaló por gua-
pa. Por supuesto,
el comentario fue
aceptado fácilmente,
pues nos mama el
chisme y sentirnos
superiores al resto de
las personas,
porque claro que el comentario
siguiente iba a ser igual de ma-
chista, señalando a un vato de
poco hombre o una mierda así.
Una feminista, a quien aprecio
pero de quien no soy amigo, me
hizo notar que estaba siendo
violento y pendejo. Yo me sentí
humillado,
cómo iba ella a
cuestionar mi
deconstrucción
si soy tan listo y socialmente
comprometido, así que desacre-
dité su comentario haciéndola
lucir exagerada,
porque un macho
siempre se defiende.
La banda me respaldó, supongo
que porque ellos no querían ser
los siguientes señalados.
Pasé varios días emputado. No
creo que haya sido desmedido,
sólo no sabía cuánto me afec-
I
29. taba. Poco después entendí que
en realidad estaba avergonzado.
Tomé el primer pre-
texto que tuve para
validarme frente
a todos, a costa del
nombre de otra per-
sona.
Saber que tenía esa necesidad
constante también me hizo no-
tar que mi autoestima estaba
profundamente erosionada.
Pensé un rato y supe que así
había sido siempre.
La forma de hacerme
un hombrecito fue a
través de la humilla-
ción y la violencia,
por lo que siempre me sentí in-
suficiente, poco hombre. No digo
para nada que eso haya cambia-
do, es un proceso muy complejo
este de restarle valor a lo que
siempre te enseñaron que era
lo más valioso, a ser otra cosa
que aquello que hicieron contigo.
Pero sí he podido restarle fuerza
a mi masculinidad, de quererme
por lo que soy y no pese a lo que
no soy.
Ese evento no fue sino una opor-
tunidad que nunca antes había
percibido. Ahora me sigo em-
putando cuando me señalan un
acto machista, pero ya sé que
es una oportunidad más de en-
tendimiento de mi historia y de
crecimiento.
Quiero decir que está bien sen-
tirse avergonzado, las razones
nos sobran, pero hay que inten-
tar transformar esos eventos
en crecimiento. Eso desde luego
que no nos hará más hombres,
probablemente todo lo contrario,
pero si nos hará mejores perso-
nas, hombres en proceso de libe-
ración de nuestro pasado.
Jaime Carcaño
30. El de 8 marzo, día internacio-
nal de la mujer, se conmemora
todas las luchas en las que las
mujeres han abogado por sus
derechos, como algunas situ-
aciones en que han perdido la
vida debido a esto.
En nuestro país, este
año se realizaron movilizacio-
nes masivas, las más grandes
hasta el momento.
Durante mucho tiem-
po las compañeras, colectivos,
asociaciones e instituciones-
han intentado por diversos me-
dios visibilizar la problemáti-
ca a la que están sujetas. La
frustración y el hartazgo han
llevado a algunas a grafittear
las calles durante las marchas,
lo cual indignantemente a cau-
sado más polémica que los mis-
mos feminicidios en sí.
Por lo que jocosamen-
te se ha instaurado el 9 de mar-
zo como el Día de las Paredes.
A propósito del 8 de marzo
31.
32. Estimade lectore, recuerde us-
ted que la congruencia es esen-
cial en todo ente deconstruide,
no puede andar por la vida si-
endo un fiel de Santo Miguelito
Pérez, une artista o intelectual
contemporáneo si su manera de
vivir no concuerda con su ver-
bosidad. De esta forma no puede
llamarse ecologista o decirse ir
en contra del sistema si consu-
me una cantidad sustantiva de
empaquetados o en su basura
pueden contarse una variedad
de plásticos y otros materiales
no reciclables que no queremos
ni imaginar.
Es por ello que le tengo algunos
consejillos para ser más amable
con Tonantzin, madre de nue-
stro santo patrono, y ahorrarle
unos pesillos que puede inver-
tir el sagrado fin de semana
en unas bien muertitas cer-
vecitas. Unos pequeños sabe-
res que todo independiente
contemporáneo debe conocer.
Limite usted sus desechos de
plásticos y consumo de quí-
micos innecesarios, con esta
sencilla y efectiva fórmula de
suavizante para ropa. Ponga
usted en una cubeta dos tazas
de agua, una taza de vinagre
y un tercio de taza de bicar-
bonato, con alguna esencia de
su elección, si así lo decide, y
mezcle cuidadosamente; tome
en cuenta que la combinación
de vinagre y bicarbonato hará
efervescencia. Una vez calmada
la reacción. Proceda cautelo-
samente a guardar esta mez-
colanza en un recipiente que
deberá agitar antes de vertir en
su lavadora. El vinagre funcio-
na además de desmanchante y
ayuda a mantener los colores
La limpieza cómo deconstrución
33. ayuda a mantener los colores
por más tiempo.
También puede usted realizar
su propio detergente para ropa
con 75 gramos de limpiador
natural a base de aceites natu-
rales, 1 vaso de carbonato de
sodio, 1 litro y medio de agua y
unas 20 gotas de aroma o aceite
esencial de su preferencia. Ralle
y hierva el jabón en medio litro
de agua, una vez deshecho, ag-
regue los demás ingredientes y
remueva. Vacíe en una botella
de 2 litros con el resto del agua
caliente.
Igualmente le tenemos una me-
zcla para realizar un limpiador
multiusos, junte usted todas
sus cáscaras de naranja en un
frasco grande de vidrio con
tapa. Cuando esté lleno, colme
hasta la mitad de vinagre blan-
co y la otra parte de agua. Deje
reposar por dos semanas, pasa-
do este tiempo cuele y guarde
en el mismo envase o en alguna
otra botella.
Para emplearlo en vidrios o
espejos añada 2 cucharadas de
alcohol. Para utilizarlo sobre
maderas adicione media cucha-
rada de aceite de oliva.
No dude usted ferviente fiel de
Santo Miguelito Pérez, en in-
vestigar otras opciones, además
de poner su ingenio en práctica
para encontrar nuevas formas
de disminuir su basura inor-
gánica. Le invitamos a enviar-
nos sus recomendaciones.
Que su Santidad Santo Migueli-
to le colme de bendiciones
Sra. Melo