El documento es una reflexión sobre dónde están las manos de Dios durante los momentos difíciles y de sufrimiento. El autor se pregunta dónde está Dios cuando ve a la gente sufriendo y con necesidades. Luego comprende que las manos de Dios somos cada uno de nosotros y que debemos usar nuestras manos para dar amor y ayudar a los demás. Finalmente, el autor ofrece sus manos a Dios para bendecir y ayudar al pueblo de Costa Rica que está sufriendo.