Este documento presenta una teoría inquietante en la que el comportamiento de la raza humana con respecto al planeta se asemeja al de un patógeno, multiplicándose sin límites, consumiendo recursos sin moderación y produciendo residuos dañinos. Al igual que la fiebre es el mecanismo de defensa del cuerpo contra los patógenos, el calentamiento global podría ser la respuesta de la Tierra a la contaminación humana. Desde la década de 1950, la evidencia del impacto humano como un "patógeno planetario" es