Un semillero es la mejor forma de poder adelantar la siembra de muchos de nuestros cultivos
1. Un semillero es la mejor forma de poder adelantar la siembra de muchos de nuestros cultivos,
ya que es la mejor forma para proteger del frío a las semillas, su germinación y los primeros
momentos de desarrollo de las plantas.
Si tenemos bastante luz y buena temperatura en algún lugar de nuestro hogar, es el sitio
idóneo para tener un semillero. Es de vital importancia que se den estos dos requisitos para
que las plántulas se desarrollen perfectamente.
A continuación se muestran en 8 pasos como hacer un semillero con éxito en casa, para así
conseguir tener unas plantas con un buen desarrollo para su posterior cultivo en el exterior:
Paso 1: El soporte. Se puede conseguir
un semillero en cualquier almacén o tienda de jardinería, o bien podemos decidir realizar un
semillero casero. Este último puede ser una buena opción, ya que se puede hacer
improvisando muchos tipos de recipientes, como envases de plástico, yogurts, etc.
2. Paso 2. El sustrato. Es importante escoger un buen sustrato para no tener problemas por
carencias de nutrientes. Por ello es recomendable una mezcla bien dotada de arena con
compost. Lo ideal es comprar ya la mezcla preparada en una tienda o centro de jardinería, ya
que vendrá provista de lo necesario, pero si decidimos hacerla un buen ejemplo es una
mezcla de arena con turba o compost en una proporción de 1/3. Este tipo de sustrato aporta
unas buenas condiciones para que la semilla germine y pueda desarrollar las raíces con total
fiabilidad.
Paso 3. Cubrir de sustrato y sembrar. Es el momento de cubrir los alveolos del
semillero con el sustrato, y una vez cubiertos se coloca 1 o 2 semillas, dependiendo de la
especie de cultivo, en cada alveolo y respetando la profundidad de siembra. Véase los
diferentes cultivos y sus características.
3. Paso 4. Realizar el primer riego post-siembra. Después de sembrar, se realiza el
primer riego que hará que las semillas se asienten bien en el sustrato. El sustrato quedará
húmedo pero no encharcado, y siempre habrá que mantenerlo en ese estado.
Paso 5: Colocar etiquetas con nombres. Este paso es opcional, pero viene muy bien
para saber que has sembrado en cada alveolo si se han sembrado diferentes cultivos. Piensa
que al principio, cuando las plantitas son pequeñas, es muy difícil diferenciarlas, y no
sabremos que es cada cual. Por tanto, Clava en los alveolos unos cartelitos de cartulina donde
conste el nombre de la especie.
4. Paso 6: Una ubicación protegida. Habrá que buscarle una buena ubicación al
semillero, donde haya bastante luz y una temperatura adecuada (entre los 15 y 20 grados
centígrados). Evita que les de los rayos de sol directamente.
Paso 7: Seguimiento y espera. Ya solo queda seguir regando el semillero,
simplemente evitar que se seque, y que siempre esté humedecido el sustrato. Y esperar a que
germinen las semillas y dejar a que crezcan las plantitas. Si pasado un tiempo, se observa que
no crecen algunas semillas, eso es que no ha germinado, por lo que podemos replantar de
nuevo si lo deseamos.
Paso 8: Trasplantar en el lugar de cultivo. Una vez que las plántulas cogen un
tamaño considerable, normalmente cuando tienen entre 4-6 hojas (dependerá de cada
especie), entonces habrá que trasplantarlas en el terreno o lugar donde se vayan a cultivar
definitivamente. Cava un hoyo, introduce la plántula con su cepellón, aprieta la tierra de
alrededor y riega.