Este documento describe los componentes y procesos básicos de un vivero de plantas, incluyendo semilleros, bolsas de plástico, abonos, protección contra el sol y riego. Un vivero es un sitio para reproducir plantas ornamentales, forestales o frutales hasta que estén listas para ser trasplantadas de forma permanente.
2. Es un sitio de reproducción
de plantas (arbustos,
árboles, prados) las cuales
pueden ser ornamentales,
forestales, frutales de
embellecimiento u otras.
3. Área mínima: 10 m²
Componentes:
Semilleros
sitio de deposito de tierra
sitio de deposito de insumos (abonos,
micorrizas, otros)
sitio de almacenamiento de plantas
acometida o conexión con grifo de agua
aspersores
manguera.
4. 1. El tamaño estará de acuerdo con el número de hectáreas que se
vaya a cultivar. En áreas grandes es conveniente hacer varios
viveros, distribuidos de tal manera que se facilite el acarreo de
las plantas a los sitios definitivos de siembra.
2. Debe estar cerca de una fuente de agua, con el fin de aplicar
riegos suplementarios a las plantitas y, además, utilizarla para las
formulaciones, aspersiones de pesticidas, y fungicidas.
3. Deben escogerse terrenos planos, que no presenten peligros de
inundación. Alrededor del área deben construirse pequeñas
zanjas de drenaje.
4. El vivero debe estar protegido contra vientos fuertes y bien
cercado para evitar los daños que ocasionan los animales
silvestres y domesticados.
5. Debe tener una sombra apropiada, que proporcione como
mínimo un 50% de sombreamiento, esto se logra con hoja de
palma, con caña brava o con cedazo plástico hecho para tal fin.
5. 1. SEMILLERO
Es un sitio para que las
plantas se reproduzcan
hasta determinado tiempo
y luego se pasan al vivero.
6. De un 1 m², formado por una cama de arena de 10 cm; en él se
recomienda que se haga la siembra de las semillas, en líneas por especie
de 15 a 20 cm de ancho y separadas por cuerdas o tablas. La cama se
puede hacer con guadua o tablas que se consiguen fácilmente en
construcciones cercanas.
Se debe colocar en la base y perímetro interior costal o plástico
perforado para evitar que la arena se derrame. El semillero tiene
capacidad para 200 a 500 plántulas. Estás semillas una vez germinadas
y de 3 a 5 cm de altura se trasplantaran a las bolsas del vivero o a la
huerta, las semillas que aquí se siembren serán principalmente de
especies propias de la zona que los estudiantes o las personas
recolecten. Se debe rotular con el nombre de la plántula. Las semillas se
seleccionan y clasifican.
Visualmente se retiran las de mala presentación, carcomidas o
incompletas. Se deben almacenar hasta el momento de uso en cajones
de plástico pero con aireación. No se recomiendan bolsas de plástico.
También es posible la reproducción por estacas, es decir del corte de
ramas de árboles y arbustos, sembrándolos directamente en las bolsas
de plástico con tierra.
7. Es importante contar con la tierra para el llenado de
bolsas. La tierra debe ser franco arenosa (no muy
arcillosa y con algo de arena) para facilitar el
desempeño de la plántula. La calidad de la tierra se
puede mejorar y nunca es recomendable extraerla de
bosques o zonas verdes pues el efecto negativo es
alto.
La tierra se debe revisar para evitar contenido de
hormigueros, escombros y terrones. Se puede tapar
con un plástico durante 5 a 10 días para hacer
control de plagas. Adicionar cascarilla de arroz es útil
si se tiene, básicamente para evitar apelmazamiento.
Cualquier tierra que se emplee, se debe mejorar con
abonos preferiblemente de origen orgánico.
8. Se debe contar con bolsas plásticas para la contención de
las plantas.
Las bolsas se consiguen en diferentes tamaños y
dependen del tipo de plántula. Bolsas demasiado grandes
desperdician tierra y demasiado pequeñas no sirven para
árboles. Se pueden usar bolsas de supermercado pero en
todo caso se deben perforar para facilitar el paso del agua.
Las bolsas se ordenan por tipo de plántula y se puede
colocar un letrero con marcador indeleble o dentro de una
bolsa plástica para evitar que se moje. Se escribe la
información acerca de la especie de árbol o planta y fecha
de siembra. Las bolsas se consiguen en pulgadas. Lo ideal
es que la altura sea de 8 a 10 pulgadas (20 a 25 Cm) y de
base de 4 a 5 pulgadas (10 a 13 cm). El grosor o calibre no
puede ser muy delgado pues se rompen fácilmente.
9. Los abonos recomendados para vivero son de
2 tipos:
1. Para desarrollar la planta y facilitar el
crecimiento.
2. Para follaje y floración.
En cualquiera de lo dos casos,
comercialmente se pueden conseguir, pero lo
ideal es aplicar compost (de pila o lombrices)
y caldos microbiales que no solo sirven de
abono sino también de control de plagas.
10. Se refiere al techo del vivero. Este se consigue
comercialmente con el nombre de polisombra o
saram. La mayoría son de 4 m de ancho o mas.
Su función es doble: proteger de la acción directa
del sol y mejorar la humedad del sitio. El grado
de paso de luz por su tejido se mide en
porcentaje. Se recomienda para zonas muy
calientes el mas tupido a grado medio. Su
sostenimiento se hace con guaduas o postes a
una altura de 2 a 3 mts con caída para evitar
almacenamiento de hojas de árboles cercanos. Se
templa utilizando alambre.
11. Durante las épocas de sequía el vivero se debe regar diariamente por las mañanas,
tratando de mojar bien las hojas y la tierra. Las malas hierbas deben eliminarse cada
semana, procurando arrancarlas a mano. No se recomienda el uso de herbicidas o mata
malezas. Las plantas enfermas o muertas deben examinarse con cuidado para
determinar su grado de peligrosidad y ubicarlas en otro lugar para su tratamiento o
destrucción, según el caso.
Hay que fertilizar con un abono completo (10-30-10) una vez por mes, a razón de cinco
gramos por planta, equivalente a una tapa corona de botella (chapa). Si hay presencia de
Antracnosis, causada por el hongo Colletotrichum gloeosporioides, es necesario
combatirla, aumentando la sombra y aplicando fungicidas a base de zinc o manganeso
en dosis de 10 a 20 gramos por galón de agua, más un adherente.
Se presentan varios problemas de insectos, como cortadores del tallo, hormigas o
pulgones. Todos ellos deben ser combatidos. La aplicación de fungicidas e insecticidas
debe hacerse cada dos semanas, hasta que los síntomas de las enfermedades o los
ataques de los insectos hayan desaparecido.
En el vivero las enfermedades se deben prevenir, no curar; por lo tanto, las aspersiones
deben ser de preferencia preventivas y efectuadas con la mayor periodicidad posible.
También se deben aplicar insecticidas preventivos.
Las plantitas deben permanecer en el vivero de 2 1/2 a 3 meses. No se recomienda
sembrar plantas de más edad, debido a problemas radicales, pues al trasplantarlas, las
raíces estarán muy afectadas, y se deberán podar fuertemente.