Este documento describe las experiencias del autor al defender su punto de vista preterista frente a credos e iglesias que sostenían puntos de vista futuristas. En dos ocasiones fue presionado por pastores y profesores para retractarse de su posición preterista a favor de lo establecido en los credos. Aunque cedió temporalmente la primera vez, luego regresó a su posición original al darse cuenta que solo la Biblia debe ser la autoridad suprema sobre cualquier credo o tradición.
Testimonio de un Preterista sobre la autoridad de los Credos
1. Un Testimonio
Por Walt Hibbard
Muchos cristianos cuando aprenden el punto de vista preterista de la escatología, me
preguntan "Pero, ¿qué de los Credos?" Cuando descubren que existen algunas diferencias
básicas entre lo que las Escrituras enseñan y lo que los credos históricos enseñan, algunos
inmediatamente dejan la Escritura y sus enseñanzas claras a favor del punto de vista
futurista sostenido por los credos y los Padres de la Iglesia.
Por allá en el año 1984 cuando servía de Anciano Gobernante en una denominación
presbiteriana conservadora, y otra vez en 1997 cuando era miembro de una pequeña
denominación reformada, mis puntos de vista sobre la escatología fueron sondeados por
pastores y ancianos en esas iglesias.
Durante el encuentro de 1984, siendo que la mayoría de los ancianos de mi iglesia nunca
habían estudiado a fondo la escatología, varios profesores de los seminarios reformados
fueron llamados para responder a los artículos que yo había escrito en cuanto a lo que creo
que las Escrituras enseñan. Proporcioné una copia del libro La Parousia de James Stuart
Russell a cada uno de los profesores, y les pedí que lo leyeran antes de la reunión conmigo.
Un profesor desde el principio dijo que no iba a leer a libro de Russell. Aparentemente los
demás no querían leerlo tampoco, pero no se expresaron tan enfáticamente como el
primero.
Dos de los profesores mantenían la definición (fácilmente refutada) de la palabra
"generación" (grieigo: genea) en Mat.24:34 como "raza". Les llamé la atención que la
misma palabra es usada 28 veces en los Evangelios sinópticos y en cada caso se refiere a la
gente que vivía en el mismo tiempo, no generaciones sucesivas de Judíos. Hubo un profesor
que estuvo de acuerdo conmigo en este punto. Un tercer profesor mantenía que la promesa
hecha por Jesús a Caifás en Mat.26:64 debe ser entendida en términos de un cumplimiento
futuro a alguien que sería relacionado "de pacto" con el sumo sacerdote. Este profesor no se
dio cuenta del hecho de que Jesús habló directamente a Caifas diciendo "Tú lo has dicho; y
además os digo, que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de
Dios, y viniendo en las nubes del cielo. Después de un rato este mismo profesor intimó que
mi comprensión de las Escrituras había sido "nublado" por la muerte de mi esposa y que yo
pronto iba a fundar una nueva secta que enseñara el Preterismo. Mi propio pastor dijo:
"Walt cree haber encontrado una hendidura en los estándares de Westminster"; y luego
dijo: "es increíble que Walt pudiera creer esta tontería del Preterismo".
Aunque las Sagradas Escrituras no fueron estudiadas en este encuentro, fue hecho claro que
el violar la Confesión fue el asunto clave en este "juicio sobre la herejía". A estas alturas, se
me pidió que me retractara de mi error teológico y siguiera con la obra de la Iglesia.
Tristemente, bajo la presión extrema de otros ancianos, de pastores y de profesores de
seminario, por una temporada dejé el Preterismo, optando por una posición preterista
modificada, y firmé una declaración que decía que estaba de acuerdo con la Confesión de
Fe de Westminster y su afirmación del futurista de la Segunda Venida. Me he arrepentido
2. de esta acción que hice. ¿Por qué me martirizaba tanto mi retractación? Simplemente
porque no podría vivir conmigo mismo, manteniendo las inconsistencias del Preterismo
parcial, y a la vez estar al tanto de la salvación como es enseñada en las Escrituras, como
está incluida en la posición preterista. No pasó mucho tiempo cuando regresé a la posición
preterista plena y he mantenido esta posición desde entonces.
Lector, si usted algún día se encuentra en la misma posición, aunque sea presionado a negar
su posición preterista por causa de los credos o confesiones, ¡NO LO HAGA! ¡NO LO
HAGA! Lo lamentará, como hice yo, por el resto de su vida.
Otra vez en 1997 cuando era miembro de una iglesia en una pequeña denominación
reformada, la investigación de mi punto de vista escatológico, tomó un giro que me
sorprendió. En vez de que fueran las Escrituras el punto focal en la discusión, fueron los
Credos de la Iglesia y los escritos de los Padres primitivos. Mi pastor principal expuso su
posición francamente: "Cuando se reta a un Credo, se propone cambiar los cimientos sobre
los cuales cada generación posterior ha edificado." Me acusó de querer re-inventar el
Cristianismo. Tanto el pastor como el pastor asistente creían que los Credos primitivos
provienen de la "tradición oral" y que en tiempos posteriores las escrituras apostólicas
fueron juntadas para formar lo que ahora tenemos, el Canon de la Escritura, que llegó a ser
nuestra Biblia.
Según esta perspectiva, la decisión de incluir ciertos libros en la Biblia dependía de qué se
acordaron los Padres Primitivos de la "tradición oral". El Pastor me advirtió: "no piensas
que la Iglesia Primitiva estudiaba la Biblia y luego escribió los Credos; más bien usaron su
fe común para aglomerar los libros de la Biblia. Si un libro no fue citado suficientemente
por los Padres de la Iglesia, entonces no fue incluido en el canon." Y quiso que yo creyera
que no una diferencia de trascendencia entre las enseñanzas de la Biblia y los Credos,
siendo que los dos son sostenidos por la antigua "tradición oral".
Los Credos más antiguos, el de Atanasio y el Credo de Nicea, fueron elevados al nivel más
alto y aunque siempre fueron distinguidos de las Escrituras, fueron muy estimados y
venerados. El Pastor me dijo: "La Iglesia nos ha transmitido lo que ella cree ser la Palabra
de Dios y lo que cree ser la Interpretación Definitiva de esa Palabra, y dicha interpretación
fue recibida directamente de los apóstoles." Este punto de vista sobre como recibimos la
Biblia y los Credos, descubrí, fue tomado de las enseñanzas de la Iglesia Oriental y el
Catolicismo Romano, y abre camino a los pastores a decir que la Iglesia es la que nos ha
dado la Biblia. Ciertamente esto no es la verdad. Si fuera la verdad, entonces la autoridad
de la Iglesia trasciende la de la Palabra inspirada e inerrante. Los protestantes siempre han
mantenido que Dios mismo dio a la Iglesia la Biblia.
Se hizo una reunión en mi casa para considerar estos asuntos. Al comenzar la asamblea, el
Pastor anunció que la discusión sería limitada a los Credos y los Padres Primitivos de la
Iglesia. No se podía hacerse ninguna referencia a las Escrituras durante la discusión. ¡No
podía creer lo que escuchaba yo! Me había preparado para presentar los pasajes sobre la
inminencia que sostienen mi Preterismo y me negaban cualquiera apelación a las Escrituras
inspiradas. Se podían usar los Credos y las Confesiones, y en especial los Credos, para
3. determinar si mis puntos de vista eran ortodoxos o no. Y, sin la consideración de las
Escrituras, no había duda de la resolución de la investigación.
El Pastor demandó que yo contestara las preguntas con un simple "sí" o "no" a cinco
preguntas escatológicas básicas. Inmediatamente sospeché que estaban preparando una
trampa. Rehusé responder en tal manera tan simplista. Luego la temperatura en la sala
subió. El Pastor Asistente protestó contra la demanda de una respuesta de una sola palabra.
Decidieron tomar un receso. Pronto la reunión se esparció pero eso no fue el fin del asunto.
El Pastor Asistente me dijo que no permitiría que yo interpretara las Escrituras en una
manera diferente de lo que enseñan los Credos. No había duda de que los Credos eran más
autoritarios que la Biblia. Aunque trató de negar esto, fue claro y obvio. No mucho después
me alejé de esta pequeña Iglesia Reformada y me uní con otra Iglesia Presbiteriana donde
los Credos y Confesiones son reconocidos como reglas secundarias, con las Escrituras
inerrantes como la autoridad suprema y final.
Sinceramente creo que en muchos círculos protestantes, los credos y confesiones han sido
elevados a una posición donde están más arriba de las Escrituras. No se molestan en
estudiar las Escrituras, solo recurren a los Credos.
No se equivoquen, la Palabra del Dios Viviente, nuestra Biblia, es la única revelación
completamente confiable. Qué nuestro Dios soberano en su Gracia sea complacido para
llenarnos de poder y exponer el punto de vista preterista, aún cuando contradiga a los
Credos, Confesiones, las tradiciones de los hombres, o cualquier otro escrito no-inspirado.
Nuestro grito debe ser: "SOLA SCRIPTURA".
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Traducido y editado por J.Hendrix