El documento habla sobre la gran responsabilidad que conlleva el ministerio cristiano. Advierte sobre los peligros de escuchar falsas doctrinas y enseñanzas, y enfatiza la importancia de nutrirse de la Palabra de Dios, rechazar las malas enseñanzas, ejercer la piedad, y cuidar de uno mismo y los demás a través de la comunicación, el consejo y la ayuda. También destaca la necesidad de enseñar sólo la sana doctrina, huir de malas actitudes y llevar una vida recta