Un hipopótamo bebé que sobrevivió al tsunami en Kenia ha formado un fuerte vínculo con una tortuga macho centenaria en un santuario de vida silvestre. Nadan, comen y duermen juntos, y el hipopótamo sigue y protege a la tortuga como si fuera su madre, a pesar de sus diferencias. La historia muestra que las diferencias no importan cuando se necesita el apoyo mutuo.