2. LA SUCESIÓN DE LENIN
Ya cuando Lenin se encontraba gravemente enfermo y en retiro desde 1922,
habían aparecido tensiones al interior del Partido. Stalin se ocupó de alejar del
poder a León Trotsky, su principal rival, a quien acusó de «revisionismo
antibolchevique» y de traidor a la revolución popular y oportunista. Para ello,
aprovechó la instauración del centralismo democrático en marzo de 1921, el cual
había suprimido el derecho a disentir de la línea del Partido. Tras la muerte de
Lenin, el 21 de enero de 1924, el Comité Central del bolchevique Partido Comunista
de la Unión Soviética (PCUS) decidió mantener en secreto su «testamento político»,
redactado en marzo de 1923, en el cual Lenin recomendaba alejar a Stalin del
poder, pero no designaba a su sucesor. Los debates entre las diferentes facciones
del Partido condujeron al reforzamiento de este último.
3. EL GRAN GIRO (1929-1934) Y SUS
CONSECUENCIAS
La meta de Stalin no consistía solamente en construir una sociedad
sin clases, objetivo del comunismo, sino también de abastecer más
rápido las ciudades, centros de poder bolchevique, cuando la «crisis de
las cosechas» (1927-1929) obligó a restaurar el racionamiento urbano y
demostró la fragilidad del poder. Además, se trató de industrializar a la
Unión Soviética lo más rápido posible, por medio de la extracción de los
recursos del campo, necesarios para modernizar el país y volverlo capaz
de enfrentar a los países capitalistas en caso de guerra.