Epaminondas vive con su mamá y visita a su madrina todos los días. La madrina le regala obsequios como un bizcocho, pan de manteca y un perro, pero Epaminondas siempre los maltrata en el camino a casa, ya sea aplastando el bizcocho, untándose manteca en la cabeza o mojando al perro. Como resultado, su mamá se enoja y lo castiga por no saber comportarse.