Las redes sociales han plantado hábitos inconscientes en los usuarios y se han apropiado de sus necesidades humanas para generar dinero. Esto ha llevado a que los usuarios se vuelvan adictos y reciban excesiva desinformación. Además, las redes sociales manipulan a los adolescentes y causan problemas en sus hogares. Las plataformas expanden información falsa para cambiar la forma de pensar de las personas y controlar su atención con fines de lucro.