Don Bosco nació en 1815 en Italia en una época de hambruna y crisis. Quedó huérfano a los dos años. A los nueve tuvo un sueño que marcó su vocación de ayudar a los jóvenes. Estudió y trabajó para costearse los estudios con la ayuda de su madre y amigos. En 1841 fundó el Oratorio de San Francisco de Sales en Turín para ayudar a los jóvenes abandonados. Expandió su obra por Italia, Francia, España y América hasta su muerte en 1888.