El documento describe cómo la vigilancia electrónica a través de cámaras de seguridad se ha vuelto más común para monitorear áreas públicas y prevenir crímenes. Explica que las cámaras sirven para grabar incidentes como robos o accidentes y así capturar información que puede ayudar a las autoridades. También menciona que la presencia de cámaras disuade a algunos criminales de cometer actos ilegales por sentirse amenazados de ser grabados.