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LA VIGILANCIA DE EMPLEADOS EN LAS REDES1
A medida que el uso de Internet se ha extendido en todo el mundo, lo mismo ha
ocurrido con el uso del correo electrónico y de la Web para asuntos personales en la
oficina. Numerosos estudios han llegado a la conclusión de que al menos 25% del
tiempo que los empleados pasan en línea lo utilizan en navegar en la Web con
propósitos no relacionados con el trabajo, y tal vez hasta 90% de los empleados
reciben o envían correo electrónico personal en el trabajo.
Muchas empresas han comenzado a vigilar la manera en que sus empleados
utilizan el correo electrónico e Internet, con frecuencia sin conocimiento del
empleado. Un estudio de Forrester Consulting encontró que 37.8% de las empresas
de Estados Unidos con 1,000 o más empleados contrató gente para monitorear el
correo externo de los empleados. Un estudio similar de la American Management
Association llegó a la conclusión de que 55% de las empresas de Estados Unidos
conserva y revisa los mensajes de correo electrónico de los empleados y que 76%
vigila sus conexiones a Internet. Aunque las empresas de Estados Unidos tienen el
derecho legal de vigilar la actividad en Internet y el correo electrónico de sus
empleados, ¿esta vigilancia es poco ética o es simplemente un buen negocio?
Los gerentes se preocupan por la pérdida de tiempo y la productividad de los
empleados cuando estos últimos se enfocan en sus asuntos personales más que en
los de la empresa. Una encuesta reciente de America Online y Salary.com encontró
que el empleado promedio de Estados Unidos desperdicia más de dos horas diarias
en asuntos no relacionados con el trabajo, y 45% de los encuestados mencionaron
el uso de Internet con fines personales como la principal actividad en la que
desperdician tiempo en la oficina.
Si el tráfico personal en las redes de las empresas es demasiado alto, puede
congestionar la red a tal grado que no se pueda realizar el trabajo de la empresa.
El Potomac Hospital en Woodridge, Virginia, detectó que su capacidad informática
era limitada por una falta de ancho de banda ocasionada por empleados que
utilizaban las conexiones a Internet del hospital para acceder a estaciones de radio
y descargar archivos de música y de video.
Demasiado tiempo en asuntos personales, ya sea en Internet o fuera de éste,
puede significar pérdida de ingresos o clientes a quienes se les cobra más. Algunos
empleados podrían cargar a los clientes el tiempo que ellos gastan en negociar sus
acciones personales en línea o en resolver otros asuntos personales, y en
consecuencia cobrar en exceso a los clientes.
Cuando los empleados utilizan el correo electrónico o la Web en la empresa o
con sus equipos, todo lo que hagan, incluyendo cualquier asunto ilegal, lleva el
nombre de la empresa. Por lo tanto, la empresa puede ser identificada y
responsabilizada. Los gerentes de muchas empresas temen que el material racista,
sexual o cualquier otro material potencialmente ofensivo al que tengan acceso sus
empleados puede ocasionar publicidad negativa o incluso juicios legales contra la
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Fuente: Adaptado de: Alex Mindlin, “You’ve Got Someone Reading your e-Mail”, The New York Times, 12 de junio
de 2006; Darrell Dunn, “Who’s Watching Now?” Information Week, 27 de febrero de 2006; y Jack M. Germain,
“Monitoring Employee Communications in the Enterprise”, NewsFactor Network, 10 de abril de 2006.
La vigilancia de empleados en las redes. (2011?). Recuperado de la base de datos de UESAN (018215)
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empresa. Incluso si la empresa no es declarada culpable, responder a los juicios
podría costarle decenas de miles de dólares. Las empresas también temen la fuga
de secretos comerciales a través del correo electrónico.
Las empresas que permiten a sus empleados utilizar cuentas de correo
electrónico personales en el trabajo podrían igualmente enfrentar problemas
legales y regulatorios si no conservan los mensajes de sus empleados. En la
actualidad el correo electrónico es una fuente importante de evidencia en los juicios
legales, y ahora se exige a las empresas que conserven todos los mensajes de
correo electrónico por períodos más prolongados que antes. Los juzgados no toman
en cuenta si los correos electrónicos involucrados en juicios legales fueron enviados
a través de cuentas de correo electrónico personales o corporativas. La ausencia de
esos mensajes de correo electrónico podría significar una multa de cinco o seis
cifras.
Las empresas tienen el derecho legal de vigilar los que sus empleados hacen con
los equipos de la empresa durante las horas de trabajo. La cuestión es si la
vigilancia electrónica es una herramienta apropiada para mantener un clima laboral
eficiente y positivo. Algunas empresas optan por prohibir todas las actividades
personales en las redes corporativas —cero tolerancia. Otras bloquean el acceso de
los empleados a sitios Web específicos o limitan el tiempo personal en la Web por
medio de software que permite a las áreas de TI rastrear los sitios Web que visitan
los empleados, la cantidad de tiempo que pasan en esos sitios y los archivos que
descargan. Algunas empresas han despedido empleados que han excedido los
límites establecidos. Casi una tercera parte de las empresas encuestadas en el
estudio de Forrester Consulting han despedido al menos a un empleado durante el
último año por infringir las reglas de la empresa referentes al uso del correo
electrónico.
Ninguna solución está exenta de problemas, pero muchos consultores sugieren
que las empresas redacten políticas corporativas sobre el uso del correo electrónico
y de Internet. Las políticas deben incluir reglas básicas que indiquen, por puesto o
nivel y bajo qué circunstancias los empleados pueden utilizar los recursos de la
empresa para acceder al correo electrónico y a Internet. Las políticas también
deben informar a los empleados si estas actividades son vigiladas y explicar las
razones.
Las reglas deben ajustarse a las necesidades específicas de la empresa y a la
cultura organizacional. Por ejemplo, aunque algunas empresas podrían prohibir a
todos los empleados las visitas a sitios que tengan material sexual, los empleados
de empresas de abogados o de hospitales podrían requerir el acceso a estos
sitios. Las empresas de inversiones tendrán que permitir a muchos de sus
empleados el acceso a sitios de inversiones. Una empresa que depende de la
colaboración inter-organizacional y acceso generalizado a información externa,
muy bien podría enfrentar situaciones similares.