Este documento discute la privacidad del correo electrónico y computador corporativo en el contexto de prevenir el fraude corporativo. Argumenta que considerar el correo electrónico y computador corporativo como privados pierde sentido cuando la esencia del fraude es su ocultamiento. También analiza la jurisprudencia estadounidense, la cual sostiene que la información en sistemas corporativos es propiedad de la empresa, pero que los empleados pueden alegar privacidad si la empresa no monitorea el uso o tiene acceso legítimo.