Los primeros virus informáticos que alcanzaron gran dispersión aparecieron en la década de 1980 cuando los programadores expertos escribían virus en lenguajes de bajo nivel como el Assembler. Los virus pueden dañar datos, eliminar programas, robar información o ralentizar sistemas. Se propagan a través de disquetes, correo electrónico, redes y software descargado de internet. Los antivirus detectan y eliminan virus, aunque no todos.