La propuesta original para el Parque Nacional Yasuní proponía dejar bajo tierra 846 millones de barriles de petróleo a cambio de $3,600 millones en contribuciones de países desarrollados, equivalentes al 50% de los ingresos de la explotación. Sin embargo, solo se recaudaron $13.3 millones, menos del 1% del objetivo. En 2013, Ecuador abandonó la iniciativa debido a la falta de fondos internacionales.