Este poema describe la ciudad española de Zamora, resaltando sus características principales como una ciudad tranquila y protegida por una muralla junto al río Duero. Destaca varios lugares históricos como iglesias, castillos y palacios, así como tradiciones culinarias como el arroz a la zamorana y eventos culturales como la Semana Santa, conocida por sus procesiones e imágenes religiosas. El poema invita al lector a visitar Zamora para apreciar su rica historia, arte e identidad cultural.
En 1930 por Madrid corría el rumor de que el Ayuntamiento se planteaba eliminar la cruz de Puerta de Cerrada por considerarla un estorbo para el tráfico. Artículo publicado en «Nuevo Mundo» el 31 de octubre de 1930.