El documento describe el problema del bullying en las escuelas y cómo afecta negativamente a los estudiantes, haciéndolos sentir tristes y deprimidos e incluso no querer asistir a clases. Propone la implementación de un botón de alarma contra el bullying que los estudiantes puedan oprimir para alertar al personal escolar sobre casos de intimidación o peleas. Explica que se necesitarían interruptores, cables y una reunión para presentar el sistema a la comunidad educativa, con un costo estimado de $500.000.