Ante una crisis mundial como la que estamos viviendo, es normal que aparezcan estados
emocionales acompañados de miedo, confusión, tristeza, preocupación, cólera, estrés,
ansiedad, indignación, ¡y muchos otros!
El Departamento de Psicología de la Universidad Francisco Marroquín nos da guía de para bienestar emocional
Recomendaciones para conservar el bienestar emocional.
1. RECOMENDACIONES PARA EL BIENESTAR EMOCIONAL ANTE LA
PANDEMIA POR COVID-19
Ante una crisis mundial como la que estamos viviendo, es normal que aparezcan estados
emocionales acompañados de miedo, confusión, tristeza, preocupación, cólera, estrés,
ansiedad, indignación, ¡y muchos otros!
¿Qué es recomendable hacer?
1. Hablar con personas que nos inspiran confianza.
2. Comunicarse con los amigos y la familia, si estos no viven en su hogar, hágalo a través
del teléfono o de medios inalámbricos. Recuerde, es más útil permanecer en casa que
encontrarse con las personas en lugares públicos.
3. Evitar conversaciones sobre el tema de la crisis, especialmente si pueden generar un
conflicto. Identifique temas alternativos de conversación.
4. Contactar con personas que transmitan serenidad y evitar a quienes son alarmistas y
que suelen preocuparse en exceso.
5. Disminuya el tiempo que usted y su familia dedican a obtener información que le pueda
provocar temor o malestar.
6. Descartar las noticias y datos que provienen de fuentes no confiables o verificables.
7. El miedo y la ansiedad son respuestas normales ante el peligro. Si las experimenta,
reconozca que es importante distraerse de ellas ya que en exceso, le perjudicarán.
Tome en consideración que la mejor forma de combatir el miedo es la información
confiable.
8. La respuesta al peligro activa una parte del sistema nervioso que debe regularse.
¿Cómo lo podemos hacer? Cantando, bailando, caminando, respirando de forma
pausada y rítmica, haciendo ejercicios de estiramiento, prácticas como mindfulness o
meditación.
9. Recuerde los hábitos, talentos o destrezas con los que afrontó adversidades en el
pasado y póngalos en práctica.
10. Recuerde: los seres humanos tenemos la capacidad de resiliencia. Al afrontar la
adversidad, fortalecemos nuestras capacidades para lidiar con lo inesperado.
Estas son algunas recomendaciones para conservar el bienestar físico y mental al estar en
casa:
1. Conservar un horario y ritmo de vida estructurado.
2. Cuidar la higiene y el arreglo personal aunque se quede en casa.
3. Sostener una dieta balanceada, buena hidratación, sueño suficiente y hacer ejercicio.
4. Organizar el tiempo para compartir en familia con actividades y juegos, así como tiempo
personal.
2. 5. Ocúpese en actividades manuales caseras que le permitan enfocar su energía y
pensamientos en temas distintos: atienda aquellos quehaceres que no logra emprender
en la rutina diaria (cuide sus plantas, ensaye recetas, organice sus espacios, aprenda
algo nuevo, invierta en lectura, música, etc.). Esta también puede ser una oportunidad
para crear, innovar, compartir y acompañar como no lo habíamos hecho antes.
6. Los medios digitales permiten la convivencia con personas lejanas. Sin embargo, es
prudente limitar el tiempo dedicado a estar frente a pantallas para conservar el
bienestar, especialmente por la noche, cuando la luz que reflejan inhibe el sueño.
7. Evite el uso de bebidas alcohólicas, energéticas o drogas recreativas que no permiten
afrontar la crisis con destrezas constructivas y que deterioran las relaciones
interpersonales.
8. Si la convivencia familiar cercana llegara a generar tensión, esté dispuesto a modificar
su postura hacia una actitud conciliadora. Tómese un tiempo aparte para relajarse y
reflexionar y cuando se sienta cómodo, vuelva a incorporarse a la convivencia con los
demás.
9. Recuerde que la experiencia que está viviendo es transitoria, se extenderá por algunos
días y se resolverá.
Considere buscar ayuda profesional Si:
1. Se percibe emocionalmente desbordado: identifique a una persona de su confianza
para compartir sus emociones y verifiquen si sería apropiado consultar con un líder o
amigo que pueda confortarlo, o bien, a un profesional de la salud mental.
2. Sus pensamientos se llenan de ideas fatalistas o negativas y fracasa en identificar los
recursos y oportunidades con los que cuenta a su alrededor. De no conseguir moderar
los pensamientos negativos, busque ayuda profesional.
Usted puede hacer la diferencia: inspire serenidad y siga las recomendaciones de las
autoridades.
Referencias:
Departamento de Psicología UFM
Centro de Control de Enfermedades de USA, CDC (www.cdc.gov).
Organización Mundial de la Salud, IASC MHPSS Reference Group