1. La educación y su
fracaso rotundo a través
de la historia de México.

2.  Nuestro sistema educativo si habláramos
en términos cibernéticos podríamos decir
que está lleno de virus y que necesita una
formateada completa nuestro sistema
operativo.

3.  Nacionalismo: éste se ha desarrollado
desde hace ya muchos siglos, las peores
guerras sólo para demostrar que una
nación es mejor que otra, y en la
actualidad además de lo mencionado
también genera divisiones al nivel mundial
e incluso en un mismo continente, país,
estado, municipio, ciudad y hasta entre los
mismo edificios vecinos.

6. Una parte de las cuales no solo los
habitantes de México sino de todo el
mundo hemos hecho y de una y de otra
manera nadie se salva de esto; es en lo
referente a la discriminación. Siempre las
peleas han sido por creer que se vale más
por la edad, la estatura, la raza, el origen
la descendencia, y eso se refleja
directamente en los resultados de una
educación que se hereda con los mismos
vicios y condiciones que favorecen a unos
para desfavorecer a otros.

8. Es el momento de hablar de algunas
características que obstaculizan nuestro
sistema; es el del consumo y manejo de
drogas desde el alcohol hasta las más
sofisticadas. Y nos podremos preguntar
qué relación tiene con la educación y vaya
que es bastante. Ahora los estudiantes
tienen la firme idea de ser
narcotraficantes, secuestradores o sicarios
y adoptan como ídolos desde los narcos
más buscados y sonados por las
autoridades mexicanas y la DEA

11. La influencia a diario por los diferentes
medios de comunicación (tv. INTERNET,
radio, cine, etc.)

13. Siempre la gente se pregunta de dónde
viene tanta falta de conciencia; mi opinión
se da después de un largo tiempo de
pensar en el simple hecho de querer
poder, riqueza, sexo y todo el placer
habido y por haber a cambio del más
mínimo esfuerzo. La gente quiere sacarse
la lotería y no comprar el boleto;
encontrarse el dinero que el muerto le
indica todas las noches cuando siente que
se le sube; o tener cinco mujeres bonitas
jóvenes que trabajen y mantengan al
susodicho. O al revés.

15. ¿Qué se puede decir de la infinidad de guerras
a las cuáles México ha sido sometido? No es
posible que desde la independencia hasta
nuestros tiempos vivamos en una lucha campal
por el poder; no para beneficio de la mayoría
sino para el de unos cuantos. Y así podría
mencionar los intereses de los religiosos que
por cierto más adelante se hablara de ello, y
del beneficio de los extranjeros que dicho sea
de paso, casi siempre nos vienen a quitar el
pan de la boca y todavía nos damos el lujo de
tratarlos como reyes.

17. La moda nos hace tener acciones que muchas
veces nos dejan crisis económicas,
sentimentales, sociales y la peor familiares.

18. Política:
Tristemente la definición dista mucho de la realidad, Cuantas
calumnias, faltas a la moral y al pueblo, cuantos robos, cuanta
demagogia han heredado nuestros políticos; estos que a su vez
se irán formando de acuerdo a las artimañas de los de
experiencia.

19. Maestro: Que destaca entre los del mismo
tipo o clase por su perfección. Persona o
cosa que enseña o da una lección o
escarmiento.
Desde los tiempos memorables se ha
entendido al maestro como un modelo a
seguir, persona casi perfecta en cuestión
de personalidad. Y también como un
apóstol que soporta la miseria y los
comentarios ofensivos de una sociedad
sedienta de buscar un culpable ante una
crisis notable en el sistema educativo.

21. Si bien es cierto que estamos en una crisis
educativa significativa, es tiempo de parar y
ponernos a reflexionar que debemos de hacer para
mejorar como hijo, como padre, como maestro y
como integrante de una sociedad llena de
complejos, frustraciones y herencias malditas que
nos han dejado nuestros antepasados; poner el
granito de arena que nos corresponde, para gozar
de una mejor calidad de vida y ponernos sin lugar a
duda la camiseta y sacar adelante a nuestros
alumnos e hijos para dejar una mejor herencia
recordando que todo el poder está en la
mentalidad, estoy seguro que el día que decidamos
cambiarla seremos un país trascendente.