Este documento es una carta de despedida de un misionero de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días al finalizar su ministerio en Colombia. En tres oraciones o menos, resume lo siguiente: El misionero evalúa positivamente sus tres años de servicio, agradece al destinatario por su apoyo y esfuerzo en la obra misional, y expresa su testimonio de que Jesucristo dirige Su iglesia a través del sacerdocio en la tierra.
1. Cali, 22 de mayo de 2002 Familia Trujillo
Calle 128 B #29-50 apto 202
Teléfono (571) 6278709
trujilloje@gmail.com
jpms02@hotmail.com
Hermano Bogotá, Colombia
Distrito
Querido hermano
Al aproximarse el final de mi ministerio en la misión Colombia Cali, me veo obligado a hacer una
evaluación de lo que han significado estos tres años, tanto en mi vida, como en la vida de mi familia; el
resultado de esta evaluación es que estos han sido los tres años más maravillosos de mi vida, la
experiencia educativa ha sido invaluable ya que estoy seguro que ahora comprendo en mejor forma tanto
la naturaleza de los hermanos como los desafíos que enfrentamos al tratar de cumplir el hermoso cometido
de establecer Sión.
Quiero reconocer que la labor fue más fácil gracias al apoyo que recibí de usted hermano xxxxLe
manifiesto mi más sincera gratitud por todo el trabajo que ha realizado, por el esfuerzo que este trabajo ha
significado y por el sacrificio tanto personal como familiar que está implícito. Sé por experiencia propia
que los esfuerzos de los líderes pasan inadvertidos para la mayoría de las personas. Tenga la plena
seguridad que no es así para mí, he visto su esfuerzo y dedicación y me siento admirado y agradecido por
ellos.
La edificación de la Iglesia es uno de los más nobles cometidos que se nos ha delegado, mucho me
gustaría decir que todo está hecho, pero no es cierto, la maravilla del evangelio es que siempre hay algo
por hacer. Me gusta creer que el distrito «Ciudad», se encuentra más cerca del ideal que hace tres años.
Aunque no por ello, no veo la realidad que nos dice que aun falta mucho trabajo arduo para ver este
hermoso distrito de Sión, convertido en una estaca de Sión. Me siento plenamente confiado en que un día
vendrá una autoridad y los organizará como estaca, quizás en ese día nadie le mencionará, pero se que
usted habrá un gran aporte para que esto suceda, y se por tanto que la lucha continúa y que en usted
Jesucristo tiene un soldado valiente y fiel.
Más que un colega en el servicio lo siento mi amigo personal y quiero manifestarle que así puede sentirlo
usted. Se que al finalizar mi servicio no les estoy diciendo adiós para siempre ya que con toda seguridad
nos continuaremos viendo tanto por razones personales, como laborales y eclesiásticas, en que forma, no
lo sé, pero si sé que nos volveremos a ver y en ese momento le sentiré mi amigo. Si llegare a haber algo en
lo cual pudiera colaborarle, no dude en decirme, con la plena confianza que haré todo lo que esté a mi
alcance para ayudarlo.
Quiero expresarle mi testimonio: Yo sé, sin ninguna duda ni en mi mente ni en mi corazón que en el Cielo
hay un bondadoso Padre Celestial que nos ama, que Jesucristo es nuestro Redentor y que Él dirige esta
Iglesia, el sacerdocio está sobre la tierra y usted es un digno representante de Jesucristo, en nombre de
Jesucristo. Amen
Su hermano en Jesucristo,
JORGE EDUARDO TRUJILLO H.