La autora describe cómo siguió una política de "puertas abiertas" en su carrera como escritora, asumiendo que Dios bendijo cada oportunidad que se le presentó. Sin embargo, descubrió que esta política la alejó de una relación íntima con Dios. Más tarde, dejó de lado el éxito para renovar su compromiso con el Señor, y desde entonces su carrera y su fe han florecido.
1. Cuidado con las Puertas Abiertas Algunas veces los cristianos siguen una política de "puertas abiertas". Cuando se abre una puerta de oportunidad, asumen que es la voluntad de Dios atravesarla. La autora de éxitos de librería, Terri Blackstock, sabe que esto no es cierto. Ella nunca se rebeló abiertamente contra Dios, pero descubrió que estaba muy lejos de Él después de atravesar las puertas de oportunidades. "Me había permitido creer que Dios estaba bendiciendo mi carrera... porque había abierto todas las puertas", escribió en su libro Soul Restoration (Restauración del Alma). Aunque obtuvo lo que quería -una exitosa carrerra como autora de novelas románticas para las editoriales Arlequín y Solhouette- perdió lo que necesitaba: una relación íntima con Dios. Cuando finalmente admitió que su carrera la mantenía alejada de Dios, ella le dio la espalda al éxito y renovó su compromiso con el Señor. Desde entonces, su carrera como escritora se ha revitalizado, y se ha convertido en una autora de novelas de ficción cristiana. Los milagros de Jesús Le identificaron como el Hijo de Dios, el Salvador que había venido a dar Su vida por los pecados del mundo. Sus obras y Su resurrección no fueron trucos mágicos, sino milagros de amor y de gracia. Lectura: Filipenses 1:8 al 11 La necedad es alegría al falto de entendimiento; mas el hombre entendido endereza sus pasos. — Proverbios 15:21
2. La mejor manera de conocer lo que Dios quiere que hagamos es diciéndole "lo haré" a Dios. "La necedad es alegría al falto de entendimiento; mas el hombre entendido endereza sus pasos" (Proverbios 15:21)
3. Lectura Bíblica: Proverbios 15 Versículo 13 al 21 13 El corazón alegre hermosea el rostro; Mas por el dolor del corazón el espíritu se abate. 14 El corazón entendido busca la sabiduría; Mas la boca de los necios se alimenta de necedades. 15 Todos los días del afligido son difíciles; Mas el de corazón contento tiene un banquete continuo. 16 Mejor es lo poco con el temor de Jehová, Que el gran tesoro donde hay turbación. 17 Mejor es la comida de legumbres donde hay amor, Que de buey engordado donde hay odio. 18 El hombre iracundo promueve contiendas; Mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla. 19 El camino del perezoso es como seto de espinos; Mas la vereda de los rectos, como una calzada. 20 El hijo sabio alegra al padre; Mas el hombre necio menosprecia a su madre. 21 La necedad es alegría al falto de entendimiento; Mas el hombre entendido endereza sus pasos. Reina Valera Revisada (1960). 1998 (electrónica ed.) . Sociedades Bíblicas Unidas: Miami
4. Biblia del diario vivir . 15.14 El alimento de nuestras mentes es tan importante como el de nuestros cuerpos. La clase de libros que leemos, la gente con la que hablamos, la música que escuchamos y las películas que vemos forman parte de nuestra dieta mental. Use discernimiento porque lo que alimente su mente influirá en su total salud y bienestar. Por lo tanto, un fuerte deseo para descubrir la verdad es muestra de sabiduría. 15.15 Las actitudes dan color a toda la personalidad. No siempre podemos decidir lo que nos va a suceder, pero podemos decidir qué actitud tomar ante cada situación. El secreto para un corazón contento es llenar nuestras mentes con pensamientos verdaderos, puros y amorosos. Pensamientos que abarcan las cosas buenas de la vida (Filipenses 4.8). Este fue el secreto de Pablo cuando lo encarcelaron y puede ser el nuestro cuando nos enfrentemos a las luchas de la vida diaria. Analice sus actitudes y luego examine lo que permite que entre en su mente y en lo que decide ocuparse. Quizás necesite hacer algunos cambios. 15.17–19 La «vereda de los rectos» no siempre parece fácil (15.19), pero analice las alternativas: odio (15.17), contienda (15.18) y pereza (15.19) causan problemas que los hombres buenos no tienen que enfrentar. En comparación, su vida es un camino suave, nivelado, porque está construido sobre una base sólida de amor por Dios.