El documento describe un pasaje bíblico (Salmos 51:8-13) en el que David le pide a Dios que le devuelva el gozo de su salvación después de confesar sus pecados. Luego, el autor compara la necesidad de frescura espiritual con frutas y verduras frescas, y pide a Dios un corazón, mente y relación renovados. Finalmente, anima a los lectores a pedirle a Dios un espíritu nuevo y una apreciación renovada de Él.