1. El Mejor Compañero Lectura: 1 Juan 3: 1 al 3 Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; — 1 Juan 3:1 Algunas personas que buscan amor han encontrado ayuda en un lugar poco común -un taxi en la Ciudad de Nueva York. Al taxista Ahmed Ibrahim le encanta organizar citas a ciegas para sus pasajeros solteros y sin compromiso. Pero él no ayuda a cualquier sin más; las personas tienen que querer seriamente sentar la cabeza con alguien. A Ahmed le encanta ayudar a que florezca el romance, e incluso reparte rosas en el Día de San Valentín. El mejor lugar para encontrar el amor no se encuentra en otra persona sino en un libro, la Biblia. La Biblia habla del gran amor de Dios por nosotros. Esto se expresa en lo que mi amiga llamó la mejor nota de amor que jamás hubiera recibido. Se encuentra en Juan 3:16: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna“. Dios nos ama como nadie más podría hacerlo. Él mostró ese amor cuando envió a Su Hijo, Jesús, para ser nuestro Salvador. Él también es el mejor compañero que jamás tendremos. Abre tu Biblia y aprende más de Él.
3. Lectura Bíblica: 1 Juan 3 Hijos de Dios 1 Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. 2 Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. 3 Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro. Reina Valera Revisada (1960) . 1998 (electronic ed.) . Sociedades Biblicas Unidas: Miami
4. Biblia del diario vivir . 3.1 Como creyentes, nuestro mérito se basa en el hecho de que Dios nos ama y nos llama sus hijos. Somos sus hijos ahora, no alguna vez en el futuro distante. Saber que somos sus hijos nos anima a vivir como Jesús vivió. Para otras referencias relacionadas con ser parte de la familia de Dios, véanse Romanos 8.14–17 ; Gálatas 3.26 , 27 ; 4.6 , 7.3.1ss El versículo 1 dice quiénes somos: miembros de la familia de Dios («hijos de Dios»). El versículo 2 dice lo que llegaremos a ser: reflejo de Dios. El resto del capítulo nos dice qué llevamos con nosotros cuando crecemos para asemejarnos a Dios: (1) victoria sobre el pecado ( 3.4–9 ), (2) amor por los demás ( 3.10–18 ) y (3) confianza delante de Dios ( 3.19–24 ). 3.2 , 3 La vida cristiana es un proceso que consiste en ser cada vez más semejante a Cristo (véase Romanos 8.29 ). Ese proceso no será completo hasta que lo veamos cara a cara ( 1 Corintios 13.12 ; Filipenses 3.21 ), pero saber que es nuestra meta final debe motivarnos a purificarnos. Purificar significa guardarnos en lo moral, libres de la corrupción del pecado. Dios también nos purifica, pero hay algo que debemos hacer para permanecer moralmente idóneos (véase 1 Timoteo 5.22 ; Santiago 4.8 ; 1 Pedro 1.22 ).