3. Las virtudes teologales son tres: • La fe, la esperanza y la caridad.
Son infundidas por Dios en el
alma de los bautizados
• Para hacerlos capaces de vivir una relación
singular con Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Las virtudes teologales son gracia
o don de Dios para el cristiano, ya
que ningún ser humano merecería
tener esa relación de hijo de Dios,
• Que las virtudes teologales posibilitan y que le
hacen ser heredero de la vida eterna.
Las virtudes teologales
• Son el principio y el fundamento de la vida
cristiana.
Las virtudes teologales, don de Dios
4. La fe
Es la virtud teologal
por la que creemos
en Dios y en todo lo
que él nos ha
revelado y que la
Iglesianos propone
para ser creído.
La fe cristiana tiene
dos aspectos que
son inseparables:
• Creer en Dios
• Y creeren lo que
él nos ha
revelado.
El primer aspecto
es escuchar a Dios
y confiar en su
palabra: “habla,
Señor,que tu siervo
escucha”, sería el
modelo de apertura
a la palabra de
Dios.
El ejemplo más
claro de esta actitud
es la Virgen María.
Ella escuchó lo que
el Señor le hablaba
por medio del ángel
Gabriel y aceptó lo
que se pedía de
ella.
5. La fe revelada
La fe tiene también un
contenido concreto:
Lo que se nos
revela en la
Sagrada Escritura
Y en la Tradición
de la Iglesia.
El resumen más
importante de la fe
revelada
Es el Credo o
símbolo de la fe.
La explicación auténtica
de la fe de la Iglesia se
da en los catecismos, el
más reciente de los
cuales es
El Catecismo de
la Iglesia Católica
Y su Compendio,
• Que es una síntesis
fiel y segura del
mismo.
6. La esperanza
El mensaje de Jesús es un
mensaje de esperanza en
cuanto que es la
proclamación del futuro
reino de Dios.
La esperanza es la virtud
teologal por la que
aspiramos al reino de los
cielos y a la vida eterna
como felicidad nuestra,
poniendo nuestra
confianza en las promesas
de Cristo.
El Dios que nos ha
revelado Jesús es "el Dios
de la esperanza". Nada ni
nadie de este mundo
puede dar plenitud de vida,
venciendo la caducidad y
la muerte. Dios puede dar
esperanza porque posee
la plenitud de la vida.
La actitud de la esperanza
es tan fundamental en la
vida del cristiano que San
Pablo puede designar a
los cristianos como los que
viven alegres por la
esperanza (Rom 12, 12),
mientras que los paganos
son los que "no tienen
esperanza" (1 Tes 4,13).
7. La virtud de la
esperanza se
corresponde con
el anhelo de
felicidad puesto
por Dios en el
corazón de todo
hombre.
Por ella
podemos
esperar la
gloria del cielo
prometida por
Dios a los que
le aman y
cumplen su
voluntad.
Sólo con la
esperanza la
vida humana
tiene plenitud
de sentido.
Anhelo de felicidad
8. La caridad es la virtud teologal por la cual amamos a
Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a
nosotros mismos por amor de Dios.
El Dios que ama, espera como contrapartida el amor
de Israel. Por eso el gran mandamiento para el pueblo
es "Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con
toda tu alma, con todas tus fuerzas" (Dt 6,5).
Ya en el Antiguo Testamento se nos dice que Dios ama
al hombre. Los profetas proclaman ese amor y explican
las relaciones entre Dios e Israel como un pacto
matrimonial.
La caridad como amor a Dios
9. • Para San pablo, la caridad está
por encima de todas las demás
virtudes. Es la primera de las
virtudes teologales: "Ahora
subsisten la fe, la esperanza y
la caridad, estas tres. Pero la
mayor de todas ellas es la
caridad" (1 Cor 13, 13).
• San Juan, igualmente, fundará
el deber de amar a Dios en que
fue él quien nos amó primero.
Dios es el comienzo del amor:
"En esto consiste el amor: no en
que nosotros hayamos amado a
Dios, sino en que él nos amó y
nos envió a su Hijo como
víctima de propiciación por
nuestros pecados” (1 Jn 4, 10).
La mayor de todas
10. La caridad
para con Dios
tiene como
consecuencia
El amor al prójimo.
A la pregunta
de cuál es el
mayor de los
mandamientos
Jesús
responde: "Amarás al Señor tu
Dios con todo tu corazón,
con toda tu alma, con
todo tu ser.
El segundo es éste:
Amarás a tu prójimo
como a tí mismo”
(Mc 12, 29-31).
La caridad como amor al prójimo
11. Para el Nuevo Testamento, el amor
a Dios sólo es auténtico cuando se
demuestra con el amor al prójimo.
San Juan nos advierte: "Si uno
posee bienes de este mundo y,
viendo que su hermano pasa
necesidad, le cierra sus entrañas,
¿cómo va a estar en él el amor de
Dios?" (1 Jn 3, 17).
El auténtico amor a
Dios
12. • En la parábola del buen samaritano
(Lc 10, 29-37) y en la del juicio final
(Mt 25, 31-46) se nos muestra
claramente cómo ha de cumplirse
este mandamiento y la importancia
decisiva que tiene esta actitud del
cristiano a los ojos de Dios.
13. ORACIÓN
Muéstrate propicio
con tus hijos, Señor,
y multiplica sobre
ellos los dones de tu
gracia, para que,
encendidos de fe,
esperanza y caridad,
perseveren fielmente
en el cumplimiento
de tu ley. Por N.S.J.
Amén.